Diversas organizaciones de mujeres a nivel centroamericano han luchado desde la década pasada por lograr que las trabajadoras de maquilas accedan a condiciones laborales dignas que les permitan realizar su trabajo con las medidas de seguridad, salud y salarios a los que tienen derecho. Estas organizaciones se aglutinaron desde hace 18 años en la Red Centroamericana en Solidaridad con las Trabajadoras de la Maquila (REDCAM).
Del 17 al 19 de junio, la REDCAM desarrolló un encuentro en Nicaragua para analizar el contexto actual en el que realizan su trabajo. Uno de los principales avances que identifican es la toma de conciencia de derechos de las mujeres, puesto que “las trabajadoras de las maquilas hoy son defensoras de derechos” aseguró Sandra Ramos, directora del Movimiento María Elena Cuadra (MEC), que es parte de esta Red.
Cuadra aseguró que las mujeres hoy saben que tienen organizaciones aliadas a las cuales pueden acudir cuando no son tratadas con dignidad, cuando se les despide sin indemnización o cuando las condiciones en las que trabajan afectan su salud y ponen en riesgo su vida.
Al encuentro de la REDCAM asistieron representantes de siete organizaciones de El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras. Entre las participantes se encuentra Yelsi, una joven que actualmente es trabajadora de maquila y sensibiliza a sus compañeras para que luchen por sus derechos.
“Yo trabajo como voluntaria del MEC en la maquila porque hay muchas compañeras que no saben que tienen derechos y con cualquier cosa se los pueden violentar, entonces yo las apoyo, les digo cómo pueden hacer cuando tienen un problema y las remito a la organización para que se sientan apoyadas y después ellas también se conviertan en promotoras de derechos como yo”, aseguró Yelsi.
La agenda de derechos laborales de las trabajadoras de las maquilas
Desde el año 2014 la REDCAM cuenta con una agenda que resume las principales demandas de las trabajadoras de las maquilas en la región. Se trata de un documento que fue construido con la participación de alrededor de tres mil mujeres que expresaron entre otros la necesidad de contar con leyes que favorezcan sus derechos, instancias que garanticen el cumplimiento de estas leyes y presupuestos que den salida a las demandas específicas del sector.
Uno de los aspectos clave que resalta la agenda es que los gobiernos deben reconocer cómo las mujeres son más afectadas por la flexibilización laboral, ya que al tener menos oportunidades de trabajo renuncian más fácilmente a las prestaciones que establecen las leyes laborales.
“La flexibilización laboral significa un retroceso en el respeto a sus derechos humanos porque implica desarrollar largas jornadas, trabajo temporal, la eliminación de toda posibilidad de lograr estabilidad laboral, seguridad social, derecho a prestaciones y licencia por maternidad, incremento de hostigamiento y mayores ingresos, puesto que se prescinde de la regulación establecida en las legislaciones nacionales” afirma la agenda.
La agenda contempla derechos como el salario digno, condiciones laborales adecuadas, derecho a la salud sexual y reproductiva, derecho a la no violencia laboral y acoso sexual; y para cada uno establece una serie de exigencias concretas dirigidas hacia instancias nacionales y regionales.
Para avanzar es necesario vernos como región
La legislación laboral en cada país tiene sus particularidades, sin embargo la realidad de las mujeres trabajadoras de maquila en la región es similar. Según la agenda antes mencionada se estima que entre 2011 y 2012, la industria maquiladora en la región generó medio millón de empleos, de los cuales el 58% son de mujeres, con excepción de El Salvador, donde llega al 78%.
Las condiciones en las que desarrollan su trabajo son muy similares. De acuerdo con Sandra Ramos, en la región hay un retroceso en algunas empresas que están imponiendo formas de trabajo que son abusivas, “las nuevas trabajadoras de maquilas están siendo víctimas de un modelo de producción que ya se había desmantelado: el cerrar los baños, impedir que se levanten de las sillas, no beber agua y todo lo que impida perder tiempo en el proceso de producción”.
Estas situaciones son confirmadas por Yelsi, quien asegura que es necesario y que las trabajadoras de maquilas en la región hoy “nos sentimos acompañadas porque nos damos cuenta que no sólo nosotras tenemos estos problemas, vemos que en otros países de Centroamérica también están viviendo lo mismo y se están organizando para luchar junto con nosotras”.
Para Ana Ruth Orellana del Movimiento Salvadoreño de Mujeres (MSM) contar con una agenda regional y ver los espacios políticos que puedan impulsar cambios en políticas públicas es fundamental. “Uno de esos espacios es el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) porque si se retoman nuestras demandas, este espacio regional puede influir en los gobiernos de nuestros países para que se cumplan las leyes laborales”.
Otro espacio de especial interés para la REDCAM es el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y República Dominicana (COMMCA), que es el órgano de carácter político del Sistema de la Integración Centroamericana especializado en materia de género y derechos humanos de las mujeres.
“Si el COMMCA retoma nuestra agenda todas las mujeres trabajadoras de la maquila ganarían porque podríamos lograr que los gobiernos reconozcan el trabajo de las organizaciones y las empresas maquiladoras vean que tenemos un respaldo regional, así se haría más fácil mover la agenda en cada país”, puntualizó Orellana.
Para impulsar la agenda de las trabajadoras de maquila en la región, la REDCAM cuenta con distintas alianzas de organizaciones de sociedad civil, algunos sindicatos y organizaciones de ayuda al desarrollo, entre las que se encuentra Oxfam, y que apoyamos la realización de este encuentro realizado en la ciudad de Granada, en Nicaragua.