Un arma de guerra
En el curso de casi 50 años del conflicto colombiano, la violencia sexual ha sido empleada como arma de guerra por todos los grupos armados –fuerzas militares del Estado, paramilitares y grupos guerrilleros –tanto contra las mujeres civiles como contra sus propias combatientes.
La suma de todos estos factores ha hecho por un lado que este tipo de violencia se haya “normalizado” dentro de la sociedad colombiana y muchas de las mujeres no se consideren victimas porque no creen o no saben que la violencia sexual sea un delito. La violencia sexual es una de las principales causas que encabezan el desplazamiento forzado de las mujeres en Colombia, concretamente 2 de cada 10 desplazadas se han visto obligadas a huir debido a este delito.
El Programa de Oxfam Derechos de las Mujeres en Colombia tiene como objetivo lograr el derecho a una vida libre de violencia de todas las mujeres, al fortalecimiento organizativo y la participación política de las mujeres. Además, el Programa pretende confrontar y disminuir la aceptación social de la violencia contra la mujer en todas sus formas y garantizar que la violencia no queda impune.
Recomendaciones
La existencia generalizada y sistemática de la violencia sexual contra las mujeres empleada por todos los grupos armados como arma de guerra y componente de una estrategia de terror más amplia contra la población civil, puede ser una de las claves para que este delito sea presentado como crimen de lesa humanidad.
La Unión Europea debe reaccionar ante este delito y presionar para que el Gobierno colombiano:
- Ponga en marcha una política integral para transformar las causas que ocasionan esta sistemática violación de los derechos de las mujeres en el marco del conflicto armado
- Lograr su protección y autonomía
- Adoptar medidas para garantizar que la justicia se administra de forma equitativa y eficaz en el país.