El saqueo continúa: Pobreza y desigualdad extrema, la herencia del colonialismo

Urban manila

Vista de Makati desde Mandaluyong, en Manila. (Crédito de la imagen: Johnnie Miller/unequalscenes.com)

En 2024, la riqueza conjunta de los milmillonarios creció tres veces más rápido que en 2023. Según las previsiones actuales, dentro de una década habrá cinco billonarios. Mientras tanto, el número de personas que viven en la pobreza apenas ha variado desde 1990. La desigualdad está fuera de control.

Nuestro último informe anual sobre desigualdad, “El saqueo continúa”, analiza por qué la mayor parte de la riqueza de los milmillonarios no es fruto del esfuerzo, sino del saqueo: el 60% es heredada, o bien está marcada por el clientelismo y corrupción, o vinculada al poder de monopolio.  Además, vivimos en un mundo profundamente desigual donde el colonialismo continúa estando presente de diversas maneras. Existe una larga historia de dominación colonial que ha beneficiado, principalmente, a las personas más ricas. El sistema actual sigue extrayendo la riqueza del sur global en beneficio del 1% más rico de la población, que reside mayoritariamente en el norte global, a un ritmo de 30 millones de dólares por hora. Debemos revertir urgentemente esta situación.

Un mundo, dos realidades

La oligarquía de los milmillonarios crece como nunca…

Billones de dólares se están transmitiendo a través de herencias, dando lugar a una nueva aristocracia de superricos que ejerce un inmenso poder en nuestra vida política y nuestra economía.

Cuatro nuevos milmillonarios a la semana

En 2024, la riqueza conjunta de los milmillonarios se incrementó en dos billones de dólares estadounidenses y surgieron 204 nuevos milmillonarios, lo que supone un promedio de casi cuatro nuevos milmillonarios a la semana.

...mientras la clase trabajadora apenas puede sobrevivir

Las personas que viven en la pobreza en todo el mundo siguen siendo quienes más sufren los efectos de las múltiples crisis, desde las cicatrices de la pandemia hasta los conflictos y la crisis climática. Es un círculo perverso que agrava aún más la pobreza, el hambre y la desigualdad.

Se tardará más de un siglo en acabar con la pobreza

Según el Banco Mundial, si la desigualdad sigue creciendo al ritmo actual, tardaríamos más de un siglo en acabar con la pobreza, y tan solo el 8 % de la población mundial vive en países con un nivel de desigualdad bajo.  El Índice de compromiso con la reducción de la desigualdad (Índice CRI 2024) elaborado por Oxfam y Development Finance International revela que, desde 2022, la inmensa mayoría de países registran tendencias negativas en las políticas de lucha contra la desigualdad.

La mayor parte de la riqueza de los milmillonarios es fruto del saqueo, no del esfuerzo

Hay un falso mantra, reforzado por los medios de comunicación y la cultura popular, de que la riqueza extrema es la recompensa a un talento extraordinario. Nada más lejos de la realidad. 

El 60 % de la riqueza de los milmillonarios es heredada, o bien está marcada por el clientelismo y corrupción, o vinculada al poder de monopolio. 

En 2023, por primera vez en la historia, han surgido más milmillonarios por la riqueza heredada que por el resultado de sus propios negocios o su puro emprendimiento.

Colonialismo milmillonario

Podría decirse que las raíces de la extrema riqueza de los superricos no están en la meritocracia, sino que son un legado del colonialismo y sus repercusiones. En la actualidad, la mayoría de los milmillonarios todavía reside en países del norte global y, sin embargo, estos países tan solo representan una quinta parte de la población mundial.

El colonialismo histórico y la clase dirigente

El colonialismo, y las ideas que lo sostuvieron, hicieron que la clase obrera, que era la mayor parte de la población, acabase aún más explotada. 

Las ideas racistas y de supremacismo blanco otorgaron una justificación moral al sufrimiento, brutalidad y explotación sistemática y sin precedentes de decenas de millones de personas que, en ocasiones, incluso llevaron al exterminio de la población. 

El fruto del árbol envenenado: los efectos del colonialismo histórico en la desigualdad actual

La desigualdad que existe hoy en día en el mundo lleva la marca del brutal pasado colonial.

Todo ello ha dado lugar a un mundo profundamente desigual, desgarrado por una división basada en el racismo y el sexismo, que continúa extrayendo sistemáticamente la riqueza del sur global para beneficiar principalmente a las personas más ricas en el norte global.

Descolonizar nuestra economía y destronar a los superricos

Para contribuir a un cambio sistémico real, los gobiernos deben:
 

  • Reducir de manera drástica la desigualdad, estableciendo metas a nivel global y nacional.
  • Reparar los daños del colonialismo histórico comenzando por reconocer su legado de pobreza y desigualdad estructural a través de pedir una disculpa formal, acompañada de acciones concretas.
  • Acabar con los sistemas que conforman el colonialismo moderno, como la gobernanza de instituciones internacionales basada en la dominancia formal e informal del norte global.
  • Hacer que los más ricos paguen más impuestos para acabar con la riqueza extrema.
  • Promover la solidaridad y la cooperación sur-sur.
  • Acabar con todas las manifestaciones formales de colonialismo en la actualidad, como las jurisdicciones extraterritoriales.