El exceso de énfasis en buscar una solución casi exclusivamente médica al comienzo de la crisis del ébola entorpeció la lucha contra la enfermedad, según Oxfam. La organización internacional afirma que la respuesta de los Gobiernos y las organizaciones de ayuda, incluida la propia Oxfam, no tenía el equilibro adecuado y debería haberse centrado más en la implicación de las comunidades.
Coincidiendo con el primer aniversario del brote de ébola, Oxfam afirma que si bien las soluciones técnicas, como aumentar el número de camas hospitalarias, trabajadores sanitarios y medicinas, son vitales, nunca serán suficientes por sí solas para atajar el brote. La ONG destacó que el tratamiento y la prevención de la enfermedad son igualmente importantes y deberían estar coordinados.
Sue Turrell, responsable de la respuesta al ébola de Oxfam, afirmó: “Todavía nos queda un largo camino para reducir el número de casos a cero, pero estamos avanzando en la dirección correcta, y no debemos aminorar el paso. La valiente respuesta médica ha sido indispensable para avanzar en la lucha contra la enfermedad, pero la actitud de las personas en riesgo de contagio ha sido también un elemento crucial. Tras implicarse de manera plena, comprender qué debían hacer para no contagiarse y recibir ayuda para hacer lo que sabían que funcionaría, la situación empezó a revertirse. Si desde un principio se hubiese apostado más por la participación de las comunidades en la respuesta, es más que probable que el número de víctimas mortales fuera mucho menor”.
“Se trata de una crisis sin precedentes, por lo que no es de extrañar que las personas involucradas en la respuesta aprendieran sobre la marcha. En Oxfam tuvimos dificultades durante la primera etapa de la crisis para encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger a nuestro personal y proporcionar a las personas la ayuda que necesitaban, y tuvimos que adaptarnos rápidamente para ser capaces de avanzar en la lucha contra la enfermedad”.
El ébola ha cambiado drásticamente hasta los aspectos más íntimos del día a día de las personas: la manera en que las personas tratan a sus familiares, a sus vecinos, a sus parejas, a las personas fallecidas y a su propio cuerpo. Ha sido necesario un enfoque comprensivo y sensible para convencer a estas personas de que cambiaran completamente su comportamiento en estos aspectos de su vida íntima y comprendieran la enfermedad.
La organización internacional afirma que, en general, se reconoce ahora que apostar por la participación e implicación de las comunidades es un elemento fundamental de la respuesta al ébola de los Gobiernos y organizaciones humanitarias. Sin la aceptación de la comunidad, es difícil llevar a cabo de manera efectiva diversos aspectos de la lucha contra el ébola, como los tratamientos médicos, los entierros seguros o el rastreo de contactos.
Oxfam realizó un estudio antropológico a finales del año pasado que apuntaba a que una percepción negativa y el miedo a la respuesta al ébola eran factores que contribuían a la falta de cumplimiento y a la reticencia en algunas zonas. Este estudio, basado en entrevistas formales e informales, grupos de debate, visitas sobre el terreno y observaciones de los participantes, llegó a la conclusión de que, en Liberia, las primeras experiencias con la respuesta al ébola infundieron en la población local desconfianza de las agencias gubernamentales y miedo a las personas externas, las ambulancias y las instalaciones sanitarias. Como resultado, las comunidades locales se confiaban al autotratamiento para afrontar la enfermedad.
Oxfam afirma que el reto de reducir a cero el número de casos de ébola será difícil, y que para ello los Gobiernos y las organizaciones humanitarias deben dar prioridad a la participación y coordinación de las comunidades en la respuesta a escala distrital. A su vez, seguirá siendo necesario tratar a las personas localmente hasta erradicar por completo el número de casos de ébola.
De cara al futuro, Oxfam afirma que las redes comunitarias que se han desarrollado como parte de la respuesta al ébola han puesto los cimientos para abordar otras enfermedades y problemas sociales, como el cólera, la malaria o la práctica de la ablación femenina, una vez que se haya superado por completo la crisis del ébola. La organización espera que la implicación de las comunidades vaya más allá y participen también en las decisiones y planes para la fase de recuperación, en la gobernabilidad local y en las decisiones que afectan a sus vidas.
Notas para editores
Oxfam ha establecido una serie de redes sanitarias comunitarias y ha formado a miles de voluntarios y voluntarias en Liberia y Sierra Leona para promover mensajes de prevención frente al ébola, desterrar ideas erróneas sobre la enfermedad y ayudar a personas con riesgo de infectarse en sus propias comunidades. Hemos llegado a la conclusión de que esta estrategia de apoyo es muy efectiva, ya que las personas confían en la ayuda ofrecida y es mucho más probable que se presten a hacerse pruebas y a empezar antes tratamientos que podrían salvar sus vidas.
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Oxfam ha establecido una serie de redes sanitarias comunitarias y ha formado a miles de voluntarios y voluntarias en Liberia y Sierra Leona para promover mensajes de prevención frente al ébola, desterrar ideas erróneas sobre la enfermedad y ayudar a personas con riesgo de infectarse en sus propias comunidades. Hemos llegado a la conclusión de que esta estrategia de apoyo es muy efectiva, ya que las personas confían en la ayuda ofrecida y es mucho más probable que se presten a hacerse pruebas y a empezar antes tratamientos que podrían salvar sus vidas.