Oxfam ya está trabajando para ayudar a las comunidades más fuertemente afectadas por el huracán Irma tras su paso por Cuba, en colaboración con el Gobierno del país y organizaciones locales.
El huracán que más fuerte ha golpeado la isla de su historia reciente, mató a diez personas y causó daños en 13 de las 15 provincias cubanas. Oxfam ha recorrido las zonas más afectadas, encontrando viviendas derruidas, campos de cultivo inundados, carreteras bloqueadas y un colapso de los sistemas de suministro de electricidad y agua.
Los sectores de turismo, energía y agricultura de Cuba han sido severamente afectados, especialmente en la costa norte y las regiones oriental y central. Se calcula que dos millones de personas cubanas tuvieron que abandonar sus hogares y 50.000 se refugiaron en centros de evacuación. Muchas personas que tuvieron que abandonar sus medios de vida se los han encontrado gravemente dañados a su retorno.
Jerome Faure, director de Oxfam en Cuba, ha dicho: "Oxfam se siente alentado por la resistencia y el espíritu del pueblo cubano, incluso ante la devastación de este terrible huracán. A pesar de todo, sabemos que la recuperación será larga y difícil".
Oxfam se prepara para responder en la provincia de Camagüey, en los municipios de Esmeralda y Minas. El objetivo es llegar al menos a 8.500 personas con servicios de agua, saneamiento e higiene, distribución de materiales para reconstrucción de viviendas y apoyo a cooperativas agrícolas.
"Una parte importante del trabajo de Oxfam se centrará en atender las necesidades específicas de las mujeres y las niñas, ya que están en un mayor riesgo de problemas de salud y de violencia cuando se producen desastres naturales. Al promover medidas básicas de higiene y hacer frente a la inseguridad alimentaria creada por el huracán Irma, Oxfam puede reducir en gran medida estos riesgos", ha dicho Faure.