El 4 de agosto se produjeron dos explosiones en el puerto de Beirut (Líbano), que causaron un gran número de víctimas y daños materiales y convirtieron la ciudad en una zona de desastre. Las explosiones causaron la muerte de más de 100 personas y han dejado miles de heridos y a más de 300.000 personas sin hogar.
Esta emergencia se suma a la emergencia que ya vive el país. Las explosiones llegan en un momento en que el Líbano está sufriendo el impacto doble de una crisis económica que empeora cada día y los efectos del COVID-19.
"La destrucción en Beirut es inimaginable, y el camino hacia la recuperación será largo y arduo".
La escala y la magnitud de este desastre hace que ahora cientos de miles de personas necesiten ayuda inmediata en forma de alimentos, vivienda, agua, combustible y protección, además de apoyo para reconstruir sus vidas y medios de subsistencia para el futuro.
Oxfam trabaja con sus organizaciones socias en el país para apoyar las necesidades de las personas más vulnerables, y nuestro objetivo es suministrar agua, servicios de saneamiento y asistencia financiera.
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