60 millones de personas son víctimas de una crisis alimentaria y, sin embargo, está pasando desapercibida ante nuestros ojos. El número de víctimas es prácticamente igual al número de personas refugiadas en todo el mundo y, como la crisis migratoria, se trata de un fenómeno global. Pero no ha acaparado titulares de prensa porque ha aparecido y evolucionado lentamente.
En 2015/2016, los efectos de un "súper" El Niño, combinados con los efectos del cambio climático, provocaron graves sequías e inundaciones en las regiones de Cuerno de África, Sur de África, América Central, Asia, Caribe y Pacífico. A día de hoy, 31,1 millones de personas padecen inseguridad alimentaria en el Cuerno de África1.
Pero, ¿qué tiene que ver el cambio climático con el hambre? Pues mucho.
Pascaline observa el tiempo en su plantación de sorgo, cerca de la comunidad de Pissila, en la región del centro-norte de Burkina Faso. El aumento de la intensidad de las precipitaciones facilita la aparición de períodos cálidos y secos más largos, con riesgos periódicos de sequías y de inundaciones. Foto: Pablo Tosco/Oxfam
- Medios de vida perdidos: Recientemente, las cosechas y los medios de vida de muchas personas se han visto afectados por la sequía que ha azotado todas las regiones ecuatoriales. Ahora mismo, 39 millones de personas en Sur de África2 carecen de alimentos suficientes para comer después de que una prolongada sequía devastara varias temporadas de cosecha. Sin estrategias de adaptación a los efectos del cambio climático adecuadas a cada realidad, las comunidades agricultoras, pescadoras y pastoralistas se enfrentan a una difícil decisión: dejarlo todo y emigrar en busca de oportunidades para subsistir o quedarse en su hogar y enfrentarse al hambre.
- Aumento de los precios de los alimentos: Pero incluso si hay alimentos disponibles, los fenómenos meteorológicos extremos pueden provocar el cierre de carreteras principales, vías ferroviarias y puertos, impidiendo que los alimentos lleguen a los mercados. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, como el reciente "súper" El Niño, pueden acabar con cosechas enteras y provocar aumentos drásticos de los precios de los alimentos. En julio de este año, los precios del maíz en Malawi3 fueron un 192% más elevados que la media de los últimos cinco años y se espera que su precio continúe aumentando hasta finales de 2016 . Se estima que, para el año 2030, el 95% del maíz y otros cereales secundarios que se consuman en el África subsahariana podrían proceder de la propia región, por lo que los desastres naturales en la región podrían tener un grave impacto en la producción local de alimentos, los precios y, en última instancia, los niveles de consumo.
Un grupo de mujeres se dirige a un lejano punto de agua potable en el distrito de Hadigala, Zona Siti, región Somalí. Foto: Photo: Poon Wai Nang/Oxfam
- Acceso limitado al agua: Etiopía está sufriendo la peor sequía en 30 años y la búsqueda de fuentes de agua se ha vuelto desesperada: muchas mujeres se ven obligadas a caminar entre dos y seis horas al día para obtener agua, mientras otras muchas personas deben excavar cada vez más y más profundo para poder acceder a este bien tan preciado.
- Impacto en la salud y la nutrición: El cambio climático ha provocado un aumento de la escasez de agua que menoscaba tanto la producción de alimentos como su calidad. Esto tiene graves consecuencias en la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud de las personas en general. Solo en Etiopía, 9,7 millones de personas precisan de ayuda alimentaria de emergencia. Muchas personas no tienen más opción que reducir la cantidad y variedad de alimentos que consumen, lo que provoca malnutrición. Desgraciadamente, los niños y las niñas son los más perjudicados pues el cambio climático está agravando las tres principales causas de muerte infantil: la diarrea, la desnutrición y la malaria.
Habodo Gele, de 35 años, con su hijo Habiiba* (de 4 meses) y su hijo Saffi*, de 5 años, en su casa de la comuniad de Bisle, zona Siti, Etiopía. "Hasta ahora la sequía solo había afectado al ganado. Hoy nos afecta a todos. Tengo miedo porque no puedo alimentar a mi familia sin la ayuda de mis vecinos. Nos apoyamos mutuamente. "
- Aumento de la desigualdad: El impacto del calentamiento global y los fenómenos meteorológicos extremos será más acusado en el mundo en desarrollo. Muchos efectos climáticos serán mayores en los trópicos y en los países pobres, menos capaces de adaptarse a los cambios. Además, generalmente las mujeres resultan especialmente perjudicadas por los efectos del cambio climático pues son quienes normalmente gestionan las pequeñas explotaciones familiares y, cuando las cosechas se malogran, carecen de acceso a medios de vida alternativos.
Qué puedes hacer tú
La crisis alimentaria es una muestra clara de lo que ocurre cuando no se invierte dinero suficiente en ayudar a las comunidades a adaptarse a los efectos del cambio climático, y facilitar que puedan cultivar y comprar alimentos suficientes en un planeta proceso de calentamiento. Responder de forma temprana a una sequía es un 40% más barato que si se responde de forma tardía4 .
Se precisan urgentemente fondos para brindar apoyo a las comunidades más vulnerables para que desarrollen su resiliencia ante los efectos del cambio climático, y para proteger vidas ahora y en el futuro.
1 - Boletín mensual del Grupo de Trabajo sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (FSNWG, por sus siglas en inglés): Food and Nutrition Security Situation as of September 2016.
2 - Informe de situación de la SADC sobre la sequía provocada por El Niño, número 3, 24 de octubre de 2016.
3 - FEWSNET, Malawi Food Security Outlook Update, agosto 2016.
4 - DFID, ‘The Economics of Early Response and Resilience: Summary of Findings’, enero 2013.