Las personas en el centro de las políticas sobre cambio climático
Al no abordar urgentemente el cambio climático, los países
ricos violan los derechos humanos de millones de personas
pobres. La emisión excesiva y continuada de gases de efecto
invernadero por los países industrializados provoca – y esto es
algo que se puede afirmar con seguridad científica –
inundaciones, sequías, huracanes, subidas del nivel del mar e
impredecibilidad estacional. Las consecuencias son cosechas
perdidas, islas que desaparecen, hogares destruidos, escasez
de agua y crisis sanitarias cada vez mayores que socavan el
derecho a la vida, la seguridad, la alimentación, el agua, la
salud, el refugio y la cultura de millones de personas. Esta
violación de derechos nunca podrá ser subsanada ante los
tribunales. Para poner freno a este daño irreversible al futuro
de la humanidad es preciso poner los principos sobre derechos
humanos en el centro de las políticas internacionales.