Pese a que las mujeres contribuyen significativamente a las economías, siguen sufriendo de manera desproporcionada la pobreza, la discriminación y la explotación, traducidas en pobreza de ingresos, tiempo, recursos y activos productivos. La discriminación de género no sólo las expone a situaciones de violencia sino también a un menor acceso a bienes económicos como la tierra y los préstamos, limitando además su participación en el diseño de políticas sociales y económicas.
En Paraguay viven 1,3 millones de mujeres rurales que con su trabajo, casi siempre invisible, sostienen hogares y comunidades. Este informe, que hace parte de una alianza entre ONU Mujeres y Oxfam, responde al objetivo de generar evidencia que permita comprender los obstáculos que tienen las mujeres rurales, campesinas e indígenas, para acceder a la tierra y otros activos productivos, además de visibilizar su aporte tanto a la economía familiar local como nacional.