Ha llegado la hora de reanudar las charlas sobre el cambio climático
El mundo, y en particular la gente pobre, necesitan que la ONU llegue un acuerdo justo y seguro sobre el cambio climático en Copenhague en diciembre. El cambio climático ya incide sobre las vidas de los habitantes del mundo en desarrollo. Más inundaciones y sequías, un nivel del mar más alto, cambios en los patrones de lluvias, cosechas menos rentables... Todo esto dificulta a los pobres superar su situación.Cuando los líderes europeos se reúnan en la Cumbre Europea del 18 y 19 de junio de 2009, solo quedarán 172 días hasta Copenhague. La ausencia del liderazgo europeo para ayudar a catalizar las negociaciones globales genera ahora una frustración y preocupación para los que saben que un acuerdo global sobre el cambio climático es vital para reducir la pobreza, conseguir justicia y para el futuro del planeta.La UE puede y debe priorizar el cambio climático en su agenda, si es que queda alguna esperanza de alcanzar un acuerdo en diciembre. En la cumbre de la UE de junio, los líderes europeos se deben enfrentar al desafío político de las negociaciones del cambio climático y aprovechar la oportunidad. En la cumbre de junio, la UE debe:
- Definir claramente una cifra específica para la financiación de la adaptación y la mitigación que los países en desarrollo deberían recibir como parte del acuerdo de Copenhague (por ej., una cantidad que dependa de un acuerdo). Esto debería ser más o menos del orden de al menos 110 mil millones de euros anuales;
- Comprometerse a suministrar la parte europea correspondiente de esta cifra (Oxfam estima que ronda un tercio, en base a su responsabilidad y su capacidad, siempre sujeto a que los demás entreguen también su parte correspondiente);
- Comprometerse a realizar una oferta de financiación para adaptación y mitigación genuina y adicional a los objetivos de Ayuda Oficial al Desarrollo y la financiación existente;
- Definir claramente una cifra específica para la financiación de la adaptación, silvicultura y mitigación que los países desarrollados deberían brindar a los países en desarrollo como parte del acuerdo de Copenhague;
- Especificar los mecanismos de apoyo para recaudar fondos, que deberían incluir un compromiso más vinculante para los ingresos por subasta de permisos de emisiones;
- Garantizar la disponibilidad inmediata de importantes fondos de adaptación para utilizarlos antes de 2012. En la actualidad, los países menos desarrollados necesitan 2 mil millones de dólares para satisfacer sus urgentes necesidades de adaptación. Esto demostraría que la UE reconoce los impactos que el cambio climático ya ha tenido y la responsabilidad de los países ricos por ellos, así como recuperaría la confianza necesaria con los países en desarrollo;
- Definir una posición clara sobre la administración de la financiación sobre el cambio climático, que debe incluir asistencia para un sistema reformado, y que se aleja de modalidades donante-receptor, teniendo en el seno de la ONU una representación igualitaria para los países en desarrollo.