Los ministros de economía del G20, que se reúnen en Londres este fin de semana, tendrían que proporcionar un balón de oxígeno de 280 mil millones de dólares para los más pobres que luchan por sobrevivir a esta crisis.
Los 8,4 billones de dólares comprometidos por los países ricos para salvar a sus bancos de la crisis serían suficientes para acabar con la pobreza extrema durante 50 años y un paso de gigante para acabar con ella definitivamente.