Desde hace 40 años, cuando el Gobierno del Perú autorizó a empresas multinacionales a explotar las reservas de petróleo de la zona, los pueblos indígenas han sufrido los impactos medioambientales y las consecuencias para la salud provocadas por una industria extractiva escasamente regulada.
Teddy Guerra, líder de la comunidad quechua de Nuevo Andoas, en la ribera del río Pastaza, está luchando para que se reconozcan los derechos de su comunidad sobre la tierra en la que viven y que llevan cultivando desde hace siglos.
Esta es la historia de Teddy
Teddy Guerra Magin es el carismático y franco líder de la comunidad quechua en la localidad de Nuevo Andoas, en las profundidades de la selva amazónica del Perú. Él ha ido siguiendo los pasos de su padre, que fue el anterior líder de la comunidad y voz crítica contra el Gobierno.
Desde los años setenta, el Estado permite que las multinacionales perforen las tierras de los pueblos indígenas en busca de petróleo sin su consentimiento. Muchas familias de esta zona han perdido a sus hijos e hijas por la contaminación del entorno y Teddy conoce a muchas otras personas que sufren intoxicaciones por metales pesados. Teddy, demostrando su tenacidad como líder, ha pedido al Gobierno que realice una investigación para descubrir cuál es la razón.
Su lucha por proteger el medio ambiente también supone un llamamiento a las autoridades para que respeten los derechos de las comunidades quechuas sobre sus tierras ancestrales. La comunidad y sus tierras son solo uno. La Constitución del Perú de 1920 fue el primer reconocimiento oficial de la existencia de las comunidades indígenas. No obstante, un siglo después, el Estado sigue sin formalizar estos derechos.
Mientras mira cómo juegan los niños en la orilla del resplandeciente río Pastaza, afirma que “al Gobierno no le importa. No tiene ningún interés en garantizar que podamos vivir aquí”.
Petronila Sandi, que ha vivido toda su vida en Nuevo Andoas, es también una férrea defensora de los derechos sobre latierra de su pueblo. Foto: Percy Ramírez/Oxfam
“Heredamos esta tierra de nuestros padres. Ahora viene nuestra generación, y después vendrán las siguientes. Pero vivimos sabiendo que el Gobierno puede volver a permitir que las empresas petroleras accedan a nuestras tierras en cualquier momento”.
“Poder tener títulos de propiedad de nuestras tierras es clave. No es que nos queramos sentir dueños, si no que los necesitamos para proteger nuestro territorio."
Es el momento de actuar
Apoya a Teddy y al resto de las comunidades quechuas en su llamamiento al Gobierno para que reconozca los derechos que estas personas tienen sobre la tierra e investigue los casos de contaminación. Firma la petición.