Los 16 días de activismo contra la violencia de género se organizan en el marco de una campaña internacional que dura 16 días: desde el 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) al 10 de diciembre (Día de los Derechos Humanos).
El objetivo de la campaña es concienciar acerca de la violencia de género tanto a nivel local como nacional e internacional.
La violencia no siempre es física. Este año, desde Oxfam queremos poner en relieve la labor de mujeres influyentes que trabajan en sus comunidades para sensibilizar acerca de las diferentes formas de violencia de género que se producen en relación al acceso a recursos y a oportunidades.
Nos centraremos en el Líbano, donde las mujeres están liderando una oleada de cambios en diversos frentes.
En el Líbano, la crisis de refugiados de Siria está cambiando los roles de género y generando espacios en los que las mujeres pueden desempeñar destacados papeles, tanto en el seno de sus hogares como de sus comunidades.
Los comités de mujeres creados en asentamientos palestinos proporcionan servicios sociales a las mujeres y organizan talleres de sensibilizacón y sobre cuestiones medioambientales, de salud pública, higiene, igualdad de género y violencia contra las mujeres.
A través de nuestro nodo centrado en el género en Beirut, desde Oxfam también financiamos proyectos, tanto en el Líbano como en la región, que contribuyen a fomentar la alfabetización "legal" de las mujeres y proporcionan ayuda económica para acceder a servicios jurídicos.
Las mujeres con las que hablamos nos relataron historias de transformación, empoderamiento y superación de obstáculos y tabúes sociales, no solo para que sus voces se escucharan, sino para que otras mujeres también pudieran desafiar el status quo y alzar su voz.
Zeinab
Zeinab estudió ciencias sociales, pero, hace 26 años, decidió cambiar y dedicarse a la enseñanza. "Bueno, 'cambiar', no", dice. "Ambas cosas se complementan".
Zeinab es una de las ocho mujeres que forman el comité de mujeres del asentamiento de Daouk. Desde el año 2000, la organización socia de Oxfam PARD ha creado comités de mujeres en diversos asentamientos palestinos en el sur del Líbano y Beirut. Actualmente, PARD presta apoyo a 25 comités de mujeres. El comité de Daouk está formado por ocho mujeres que organizan talleres y sesiones para otras mujeres que viven en el asentamiento sobre temas sobre los que las participantes quieren aprender. En coordinación con organizaciones locales como PARD, el comité de mujeres también proporciona apoyo social y psicosocial a las mujeres que lo precisan.
"Para lograr que funcione, es necesario comprender la economía local, el tejido social del campamento y los valores heredados, especialmente los relacionados con los roles de género y la violencia doméstica. [...] Nuestra comunidad está bien integrada, como también debe estarlo nuestro enfoque".
A la vez, Zeinab también está realizando su propio proceso de desarrollo personal. "Me frustraba mucho no conseguir ayudar a alguien, especialmente siendo una especie de lideresa en la comunidad. Las personas cuentan contigo... Pero, poco a poco, estoy aprendiendo a gestionar mis expectativas y aceptar mis limitaciones".
"¿Qué es lo siguiente? Quiero salir fuera y establecer el mismo tipo de comité de mujeres en otros campamentos y asentamientos palestinos y sirios en el Líbano". Sin embargo, Zeinab admite que aún queda mucho por recorrer para conseguirlo: 999 pasos exactamente. "En este viaje hay que dar mil pasos, y creo que acabo de dar solo el primero...".
Nada
"El maltrato nunca fue físico. Pero los abusos, la intimidación, la manipulación... Tuve mucho que soportar y llegó un momento en el que decidí marcharme. Pero no tenía ni idea de adónde ir o qué hacer”.
Casi un año después de abandonar a su marido, Nada se prepara para ser asistente legal con Justice Without Frontiers (JWF), la misma organización que le ayudó a ganar la batalla legal para anular su matrimonio y obtener la custodia de sus hijos. "Soy de formación profesora, así que me encanta hablar, estar con gente y sentir que les estoy proporcionando una información valiosa".
JWF quiere que Nada dirija las sesiones de sensibilización y asesore a otras mujeres que están pasando por situaciones similares. "Creen que puedo conectar con ellas e inspirarles. Es increíble [...] Si hace un año me hubieran dicho que estaría dirigiendo sesiones sobre asesoramiento jurídico, me habría encogido de miedo. Ahora parece un paso siguiente natural. Puedo utilizar mi experiencia para mejorar la situación de otra persona. ¡Claro que es algo que me interesa!"
Justice Without Frontiers brindó apoyo a Nada en el marco del programa Women's Access to Justice que Oxfam gestiona a través de su nodo sobre género en Beirut y que está financiado por la Swedish International Development Agency (SIDA).
Nabila
Nabila tenía una peluquería en el asentamiento a las afueras del campamento palestino de Shatila, en el Líbano. Así es como conoció a las mujeres de su vecindario.
"Si vives aquí durante tiempo suficiente, la gente comienza a confiar en ti y contarte la historia de su vida".
Hace ocho años, a Nabila le ofrecieron unirse al comité de mujeres del asentamiento palestino de Daouk.
Al principio, el comité encontró cierta resistencia.
"La gente pensaba que estábamos locas: un grupo de mujeres hablando de igualdad de género, violencia contra las mujeres, abusos domésticos... en un momento en el que la mayoría de los palestinos de los campos y los asentamientos carecían de acceso a servicios sociales básicos. […] Encontramos la misma resistencia cuando comenzaron a llegar a los atestados campamentos y asentamientos refugiados sirios desplazados”.
Pero, entonces, fue cuando los conocimientos y las relaciones personales de Nabila resultaron muy útiles. "Siempre adapto mi enfoque a lo que sé de la persona o de su situación familiar... Si confían en mí, me dejan entrar en sus casas y en sus vidas, y aceptan la información que les ofrezco".
Pero las limitaciones diarias en los campos y asentamientos pueden ser tanto culturales y psicológicas como geográficas. Y, según Nabila, este es el principal desafío que afrontar.
"Aquí la gente vive aislada, tanto literal como metafóricamente. Les mostramos lo que está sucediendo fuera de sus círculos habituales y les explicamos cómo puede servir de complemento a sus vidas y, poco a poco, se van abriendo. Es un proceso largo, pero funciona, siempre. ¡Y los resultados merecen la pena!"
Gracias a la financiación de Oxfam, PARD facilita y coordina la ayuda y el apoyo psicosocial que ofrecen los comités de mujeres a otras mujeres y familias en el asentamiento de Daouk, en Beirut (Líbano).
Publicaremos más testimonios durante los 16 días de activismo contra la violencia de género. Sigue a Oxfam en Oriente Próximo en Facebook.