"Las organizaciones con raíces locales poseen tantos conocimientos importantes (sobre el idioma, la cultura, la historia, la política y la geografía) y redes tan valiosas que deberían tomar la delantera en las emergencias, no seguir órdenes".
En todo el mundo, el cambio climático y los enquistados conflictos armados están desencadenando crisis tras crisis sin final a la vista, hecho que lleva al límite a las agencias internacionales de ayuda. A finales de 2019, los desastres habían desplazado a casi 80 millones de personas, y en 2020, la impactante cifra de 168 millones de personas necesitarán ayuda y protección frente a las crisis.
Ahora tenemos que decidir: quedarnos cortos en nuestra misión de salvar vidas y prevenir el sufrimiento en las emergencias, o encontrar una forma mejor de satisfacer estas crecientes necesidades.
Oxfam pide que se produzca un cambio fundamental en el sistema humanitario internacional para garantizar que el poder y los recursos se transfieran a organizaciones locales y nacionales que están bien situadas no solo para participar en las respuestas de emergencia sino también para dirigirlas.
Las primeras en llegar, las últimas en irse
Las organizaciones locales y nacionales pueden ser las primeras y las mejor capacitadas para responder a los desastres. Pueden llegar rápidamente a las zonas de desastre y, gracias a su comprensión de los idiomas, las culturas, la geografía y las realidades políticas locales, pueden detectar fácilmente las necesidades de las comunidades y formular soluciones adaptadas a cada contexto.
Puesto que están ayudando a sus propias comunidades, suelen ser las más dedicadas a la respuesta humanitaria, las primeras en llegar al lugar y las últimas en irse. Esto significa que pueden salvar vidas desde el principio y también sostener los esfuerzos de recuperación y reducción de riesgos mucho después de que las agencias internacionales se hayan ido.
Héroes locales en la vanguardia de la respuesta al COVID-19
Cuando la crisis de COVID-19 asoló Bangladesh, la organización socia de Oxfam JAGO NARI se puso manos a la obra. Durante semanas, los miembros del equipo vivieron en su oficina en Barguna para poder ayudar a las comunidades sin poner en peligro a sus propias familias. Desde entonces, JAGO NARI ha llegado a más de 20.000 familias con ayuda (kits de higiene, dinero en efectivo e información sobre salud) y también coordina a 50 grupos de jóvenes que están trabajando en la respuesta.
Ignoradas, eclipsadas y mal financiadas
Sin embargo, la comunidad humanitaria mundial no ha reconocido plenamente la capacidad de las organizaciones no gubernamentales locales y nacionales, las organizaciones de la sociedad civil y los organismos gubernamentales para dirigir y aplicar programas humanitarios eficaces.
Las desigualdades en el sistema humanitario favorecen fuertemente a las agencias internacionales. Las Naciones Unidas y los principales organismos internacionales de ayuda reciben la mayor parte de la financiación internacional para las respuestas a los desastres, y con ello una cantidad desmesurada de poder de decisión durante las emergencias.
En la actualidad, menos del 3 % de la ayuda humanitaria internacional llega directamente a los organismos de respuesta locales y nacionales, incluyendo los Gobiernos. Al carecer de los recursos adecuados, tienen problemas por alcanzar su potencial.
Nuestra visión: la ciudadanía local al frente
Los actores internacionales como Oxfam juegan un papel crucial en tiempos de crisis, al hacer llegar rápidamente la ayuda en el escenario de un desastre cuando el Gobierno de un país no puede o no quiere hacerlo, pero para asegurar un beneficio sostenible, los organismos de ayuda internacional tienen otro papel crítico: fortalecer la capacidad existente.
A menos que exista una razón de peso para que las agencias de respuesta internacionales asuman temporalmente el liderazgo, el liderazgo local y nacional (más que el internacional) deberían priorizarse desde el principio de una emergencia, y los organismos internacionales deberían asumir un papel de apoyo.
La iniciativa de Oxfam en materia de Liderazgo Humanitario Local promueve un liderazgo local y nacional eficaz y responsable en la primera línea de las emergencias.
Estamos ayudando a construir un movimiento para trasladar el poder, el conocimiento y los recursos de los actores internacionales hacia las organizaciones humanitarias locales en todo el mundo para crear un sistema más justo, eficaz y sostenible.
Una faceta de esta labor es el intercambio de conocimientos con las organizaciones socias locales, desde el desarrollo de conocimientos especializados en materia de respuesta inicial, reducción de riesgos e incidencia hasta el fortalecimiento de los sistemas financieros y la capacidad de captación de fondos, asegurándose de que sean las propias organizaciones socias quienes guíen el proceso.
Otra faceta consiste en mejorar el sistema de financiación de las actividades humanitarias locales. Los donantes y los organismos de ayuda deben asegurarse de que al menos el 25 % de la financiación humanitaria mundial se comparte de la forma más directa posible con los Gobiernos responsables y las organizaciones locales de los países vulnerables.
Para garantizar la seguridad y la dignidad de las poblaciones afectadas por los desastres, es necesario que las mujeres tengan voz y voto en la toma de decisiones. Por ello, hemos hecho de la defensa de los derechos de las mujeres y el fomento de su liderazgo un elemento central de nuestra iniciativa de liderazgo humanitario local.
Las personas que viven en países y comunidades vulnerables no solo merecen recibir ayuda en situaciones de emergencia, sino también dirigir ellas mismas programas humanitarios eficaces. Mediante el fomento de la capacidad local y la creación de espacios y apoyo para el liderazgo local, nos proponemos transformar el sistema humanitario mundial. Para ello, tendremos que desafiarnos y transformarnos para redefinir y profundizar las alianzas de Oxfam, además de aprender a apoyar más eficazmente a las organizaciones líderes locales.