Cambios en los roles de género de las personas refugiadas en Líbano
El conflicto en Siria ha desencadenado una crisis humanitaria, en la que casi dos millones de personas han huido a países vecinos con la esperanza de escapar de la violencia. Miles de refugiados siguen llegando a Líbano cada semana, aumentando la presión sobre la capacidad de las comunidades de acogida y las organizaciones de ayuda de aportar ayuda. La situación crea enormes tensiones para las personas refugiadas, ya que a menudo se ven obligadas a asumir nuevas responsabilidades poco acordes con sus roles de género tradicionales.
Para entender estos cambios en los roles desempeñados, Oxfam y ABAAD-Centro de Recursos para la Igualdad de Género llevaron a cabo una evaluación de la situación y vulnerabilidad de género entre refugiados sirios y refugiados palestinos procedentes de Siria que ahora viven en Líbano. En este informe se presentan las conclusiones de esa evaluación, con el fin de mejorar la comprensión de las consecuencias del conflicto sirio y el consiguiente desplazamiento de refugiados en Líbano.
El informe concluye con algunas recomendaciones detalladas para profesionales del desarrollo y la ayuda humanitaria y organizaciones donantes, con el fin de ayudarles a diseñar y poner en marcha programas sensibles al género que tengan en cuenta estos cambios en los roles de género, y contribuir así a reducir el estrés y las tensiones de las personas refugiadas (a nivel personal, de hogar y comunitario) y entre refugiados y comunidades de acogida.
Principales recomendaciones
Los resultados de la evaluación apuntan a que las organizaciones humanitarias deben manifestar un compromiso institucional decidido para promover la igualdad de género e integrarla en todos los aspectos de su programación:
- Toda respuesta de emergencia debe incluir un análisis social y de género.
- Es necesario recopilar y analizar datos desglosados por sexo y edad para su posterior inclusión en la planificación y aplicación de los proyectos humanitarios.
- Es preciso reconocer y tener en cuenta las preocupaciones y los temores de todas las personas refugiadas, tanto mujeres como hombres.
- El diseño de los programas debe apoyarse en las destrezas y capacidades de las personas refugiadas, además de estar encaminado a cubrir sus necesidades. Las mujeres y los hombres deben tener igualdad de acceso a los programas de generación de ingresos, así como a otros tipos de ayuda y beneficios.
- Los donantes deben exigir a las organizaciones que trabajan en el terreno que sus programas tengan perspectiva de género. Se debe contar con los mecanismos necesarios para que las mujeres, los hombres, los niños y las niñas puedan dirigir comentarios y observaciones en la dirección adecuada, y que reciban una respuesta con prontitud.