La gobernanza democrática en el corazón de la financiación para el desarrollo
Un Gobierno que no rinde cuentas es un lastre para el desarrollo. Impide que las personas ejerzan sus derechos y que tengan acceso a la atención sanitaria, la educación y otros servicios básicos necesarios para salir de la pobreza. En el mejor de los casos, una gobernanza deficiente redunda en una gestión inadecuada de los fondos públicos; en el peor de los casos genera corrupción.
Las experiencias de Sierra Leona y la India con sendas reformas en el sector de la salud demuestran cómo el activismo de la ciudadanía, junto con las reformas democráticas, pueden mejorar tanto la propia prestación de los servicios como los resultados en salud. El objetivo primordial de la financiación para el desarrollo debe ser mejorar la transparencia, la participación y la rendición de cuentas, y los donantes deben apoyar los esfuerzos de las organizaciones comunitarias por influir en el Gobierno y por hacer partícipes a la ciudadanía a la hora de exigir sus derechos.
Recomendaciones
- Para lograr un impacto amplio y duradero en la corrupción, los donantes deben apoyar la integración de procedimientos de gobernanza democrática en las instituciones, así como la potenciación de una opinión pública informada para exigir cuentas a los encargados de la toma de decisiones.
- Los donantes deben incrementar la ayuda aportada en forma de ayuda presupuestaria para mejorar los procesos de rendición de cuentas a nivel nacional y potenciar el contrato social entre la ciudadanía y el Estado.
- Tanto Gobiernos nacionales como donantes deben reconocer el imprescindible papel de la ciudadanía activa en la gobernanza democrática, y deben trabajar hacia la consecución de un entorno propicio para las organizaciones de la sociedad civil y fomentar así una toma de decisiones participativa.
- Los donantes deben emplear su capacidad como mediadores para reunir a una serie diversa de partes interesadas de los países en desarrollo en orden a facilitar el diálogo y la construcción de alianzas.
- Los donantes deben invertir en el fortalecimiento de los órganos judiciales y parlamentarios que ejercen el control sobre el poder ejecutivo.
- Los donantes deben apoyar la consecución de unos sistemas de recogida de datos e informes públicos mejorados, e incorporar este objetivo en el programa de desarrollo post 2015.