Reconfiguraciones tecnopolíticas
La oleada de protestas ciudadanas iniciadas por la Primavera Árabe, el 15M —Indignados de España y Occupy Wall Street en Estados Unidos—, alteró la lógica de las luchas sociales de América Latina. A raíz de estos movimientos mundiales, el 2011 trajo nuevas formas de interacción ciudadana en las dinámicas de movilización social de la región, como los ‘flash mobs’ apoyando a una causa particular o el envío de cadenas de mensajes sms vía teléfono móvil y grupos de Facebook para organizar una protesta.
En Oxfam nos interesa analizar cómo los ciudadanos participan y se activan para hacer del mundo un lugar más justo. El estudio "Nuevas dinámicas de comunicación, organización y acción social en América Latina. Reconfiguraciones tecnopolíticas" (basado en la investigación realizada por Bernardo Gutiérrez en 2015) hace un análisis de las nuevas formas de organización y movilización ciudadana en América Latina surgidas por el creciente uso de Internet, los teléfonos inteligentes y las redes sociales.
Este estudio muestra como los nuevos movimientos ciudadanos mantienen el espíritu colaborativo de la tradición indígena Latinoamericana (conceptos de trabajo comunitario como la Minga, el Tequio o el Ayni), mientras que conviven con dinámicas de acción política surgidas en redes sociales como el “hacktivismo”.
El documento también hace un recuento de la irrupción de los movimientos #YoSoy132 en México (2012), #TomaLaCalle de Perú (2013) o de #JusticiaYa de Guatemala (2015), entre otras protestas desarrolladas en red, que sorprendieron a los actores sociales de la izquierda tradicional, visibilizaron otro tipo de organización ciudadana y dialogaron con otros “Indignados” del resto del mundo. Explica con especial interés la movilización ciudadana en México en septiembre de 2014 tras la desaparición de los 43 estudiantes del municipio de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.
Por otro lado, presenta un estudio de datos realizado sobre el Paro Agrario de Colombia (2013) que expone como los movimientos tradicionales provenientes del campo y el ámbito rural se conectaron con habitantes de las grandes ciudades, sobre todo con estudiantes y activistas que luchan por las libertades digitales, en una movilización ciudadana sin precedentes en la historia de ese país.