Oxfam ha advertido hoy de que, un año después de que se desatase el conflicto en Sudán del Sur, el país continúa sumido en una grave crisis alimentaria con casi 2,5 millones de personas en riesgo de padecer hambruna si el conflicto no cesa. Desde que comenzaran los combates el pasado 15 de diciembre de 2013, 1,9 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, de las que 479.000 han huido a países vecinos. Incluso durante la temporada de cosecha, cerca de 1,5 millones de personas se encontraban en situación de inseguridad alimentaria. Si el conflicto se recrudece, se estima que un millón de personas más padecerá inseguridad alimentaria para marzo de 2015.
Oxfam ha asistido a más de 360.000 personas en Sudán del Sur proporcionando agua apta para el consumo y saneamiento a 79.000 personas y ayudando a las personas desplazadas a conseguir un medio de vida. Zlatko Gegic, director de país de Oxfam en Sudán del Sur, señala: "La situación es límite. La relativa tranquilidad que se ha vivido durante la época de lluvias se ha acabado y los combates podrían intensificarse en cualquier momento, obligando a decenas de miles de personas a huir de sus hogares por sus propia seguridad. Recolectar y transportar alimentos será imposible y millones de personas se verán sumidas en el hambre. Tenemos que actuar para evitarlo".
Alto el fuego
"Lo más importante es conseguir un alto el fuego inmediato. Hacemos un llamamiento a ambas partes del conflicto a que negocien y encuentren una solución política duradera. Es la mejor opción si queremos evitar el hambre en Sudán del Sur".
Gegic afirma que, hasta ahora, los esfuerzos humanitarios han conseguido mantener con vida a muchas personas, pero que los donantes deben seguir financiando programas de ayuda y presionando a las partes combatientes para que los trabajadores y trabajadoras humanitarias puedan acceder a las áreas más afectadas. Gegic apunta:
"Oxfam está aquí, sobre el terreno. Durante el último año hemos ayudado a más de 360.000 personas. Para muchas personas en Sudán del Sur, la ayuda ha marcado la diferencia entre la vida y la muerte. Ahora debemos prepararnos ante la posibilidad de que 2,5 millones de personas padezcan hambre. Cuanto antes lo hagamos, más eficaz será la respuesta. Pero también es necesario que las partes combatientes nos proporcionen acceso para llegar a quienes más ayuda necesitan".