Los esfuerzos internacionales para asegurar una enseñanza primaria universal para todos en los países más pobres están fallando por culpa de una mala gestión de las financias mundiales para la educación por parte de las entidades responsables y una falta de financiación por parte de los donantes.
Un nuevo informe publicado hoy por Oxfam Internacional “Rescatar la educación para todos” indica que el futuro de 72 millones de niños no escolarizados depende de un cambio fundamental en la financiación global de la educación. Oxfam ha pedido a los líderes del G8 y del G20 de crear un Fondo Global para la Educación durante la cumbre anual en junio que tendrá lugar en Canadá.
Esta información viene acompañada de un nuevo informe de la UNESCO que revela una falta de medios de financiación anual de más de 16 mil millones de dólares para la campaña de educación global. Sin estos fondos, no se podrá alcanzar el objetivo de una educación para todos los niños en 2015, objetivo acordado por todos los jefes de estado en el año 2000.
El informe de Oxfam destaca una disminución alarmante de la ayuda a la Iniciativa Fast-Track – Educación para todos (FTI por sus siglos en ingles) puesto en marcha por los líderes mundiales en 2002 para ayudar a los países pobres a cumplir con el objetivo de una educación básica universal.
“El escándalo de los mil millones de déficit, revelado por UNESCO hoy, muestra a que punto fundamental la FTI y los otros donantes para la educación han fallado en cumplir con su papel, comenta autora del informe Katie Malouf de la organización Oxfam. Las promesas de inversión para la educación están siendo convenientemente olvidadas en la crisis económica actual.”
Según el informe, además de ser inadecuadamente financiado, la FTI sufre de un control demasiado importante del Banco mundial, de un sistema de gobierno débil, de una falta de participación de los contribuidores y de una burocracia pesada. Los Países-Bajos, Gran-Bretaña, la Comisión europea y España son grandes contribuidores de la FTI. Sin embargo, otros países de G8 han preferido no tomar parte en la iniciativa.
Katie Malouf dice que “restricciones innecesarias del Banco Mundial solo han logrado demorar inaceptablemente la atribución del dinero. Por ejemplo, una subvención de $20m para Yemen, acordada en 2006, todavía no ha sido transferida.”
“La crisis económica actual amenaza con transformar una mala situación en una situación peor para los niños de los países pobres. Los fondos se quedan en una cuenta bancaria en Washington cuando tendrían que ser utilizados urgentemente para permitir a los niños ir a la escuela”.
El informe de Oxfam recomienda remplazar la FTI en un fondo global para la educación, independiente del banco mundial, que pueda operar de manera flexible y en asociación con los países pobres que necesitan urgentemente la construcción de clases y contratar a maestros. Ni todo el dinero en el mundo no podrá hacer una diferencia si no se logra una reforma urgente de la FTI, dice Katie Malouf.
“Los gobiernos de los países en desarrollo han mostrado su voluntad de dedicarse a la educación, y piden una ayuda urgente. Un Fondo Global para la Educación es la solución esperada.”
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Notas para editores
Las cifras del UNESCO que figuran en el informe provienen del “Education for All Global Monitoring Report 2010”, publicado el 19 de enero 2010.
Las cifras del UNESCO que figuran en el informe provienen del “Education for All Global Monitoring Report 2010”, publicado el 19 de enero 2010.