Las mujeres defensoras, quienes están en la primera línea en la lucha pacífica contra el cambio climático, por la preservación de los ecosistemas y la protección de los derechos humanos, se enfrentan cada día a campañas del terror que buscan silenciar sus voces. Mientras, los gobiernos y las empresas no actúan para garantizar su seguridad y abordar las causas fundamentales de estas agresiones.