100 organizaciones de todo el mundo exigen a Otto Pérez Molina solución urgente para familias de Polochic

• Casi cuatro años después de los violentos desalojos en el Valle de Polochic, 629 familias siguen esperando solución.
   
• Las organizaciones y redes firmantes de Guatemala, España, Alemania, Estados Unidos, Paraguay y otros países latinoamericanos, instan al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, honrar su compromiso y promover el reasentamiento digno de todas las familias afectadas.
   
• La concentración de tierras es una de las principales causas de la desigualdad en Guatemala. 1.86 por ciento de propietarios concentran el 56.59 por ciento de tierras cultivables.

Representantes de las 14 comunidades desalojadas del Valle del Polochic entregan hoy al Gobierno de Guatemala una carta firmada por más de 100 organizaciones y redes de España, Alemania, Francia, Estados Unidos, Brasil, Haití, Paraguay, Colombia, República Dominicana, México, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, exigiendo tierras y reasentamiento digno para todas las familias. En el texto de la carta, las entidades firmantes muestran su preocupación por las 629 familias, más del 75 por ciento del total de afectadas, que casi 4 años después de los desalojos siguen sin tierra, sin vivienda, sin alimentos y acceso a servicios públicos básicos para su subsistencia. Las familias y organizaciones también le recordaron al mandatario la obligación de cumplir con las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en junio de 2011.

“No voy a descansar hasta que las 769 familias (desalojadas) tengan tierra y un techo digno. Creemos que para fin de año podemos haber ubicado a 300 familias”, expresó públicamente el presidente Pérez Molina durante la entrega de títulos de tierra a las primeras 140 familias beneficiadas hace más de un año. Sin embargo, hasta ahora el presidente no ha cumplido su compromiso.

De las 769 familias desalojadas incluidas en las medidas cautelares, 140 han recibido tierras en el último año. “Es un primer avance. Pero centenares de hermanos campesinos y campesinas siguen viendo violados a diario su derecho a la alimentación, salud, educación, vivienda, entre otros. Sin tierras, no pueden producir, no pueden tener una vida digna”, afirma, María Josefa Macz, miembro del consejo nacional de coordinación del Comité de Unidad Campesina –CUC-.

Hoy, con un acto simbólico frente a Casa Presidencial, estas familias, además de miembros de organizaciones que les acompañan como el CUC, Oxfam,Trocaire, ECAP, Guatemalan Human Rights Commission, Fundación Guillermo Toriello, representaron a las 100 organizaciones que exigen a Pérez Molina una respuesta rápida a estas familias.

Tierra y desigualdad

La carta firmada por las 100 organizaciones hace también una crítica al modelo productivo guatemalteco, con políticas económicas que promueven la concentración de tierras, con proyectos agroindustriales de gran escala, beneficiados por incentivos fiscales e inversiones públicas focales.

“La concentración de tierras es una de las grandes causas de la desigualdad en Guatemala y en varios países latinoamericanos. Además de la necesaria inversión en servicios públicos como salud y educación, el acceso a la tierra es clave para garantizar la subsistencia de las personas más pobres, acabar con la desigualdad extrema y atajar esta brecha entre ricos y pobres”, afirma Luis Paiz, director de Oxfam en Guatemala.

En Guatemala, pese a que más de 60 por ciento de los alimentos que llegan a la mesa de las familias vienen de la pequeña agricultura, mujeres y hombres rurales se encuentran con dificultades para ganarse la vida con pequeñas parcelas de tierra, por la baja inversión y promoción pública en el sector. En el caso de las mujeres, la tenencia de la tierra es todavía más complicada, ya que solo el 6.9 por ciento tiene acceso a tierra con título propio.

Por ello, las más de 100 organizaciones internacionales y nacionales instan al gobierno de Guatemala y a todos los Estados del mundo a proteger al sector campesino, promoviendo más inversión en la pequeña agricultura, propiciando un modelo de producción más sostenible, justo y equitativo. La campaña por las familias del Polochic, que ha conseguido más de 107 mil firmas de ciudadanos de todo el mundo sigue vigente hasta que Pérez Molina cumpla con su palabra.