Activistas de todo el mundo advierten que 9 de cada 10 personas en los países pobres no tendrán acceso a la vacuna contra la Covid-19 el próximo año

Publicado: 9th Diciembre 2020


Cerca de 70 países pobres solo podrán vacunar a una de cada diez personas contra la Covid-19 el próximo año, a menos que los Gobiernos y la industria farmacéutica tomen medidas urgentes para asegurarse de que se produzcan suficientes dosis, según advierte un grupo de organizaciones de activistas.

Las naciones más ricas han comprado suficientes dosis para vacunar a toda su población casi tres veces más de lo necesario para finales de 2021 si se aprueba el uso de las vacunas que están actualmente en fase de ensayo clínico. Canadá encabeza la clasificación con suficientes dosis para vacunar a cada canadiense cinco veces. Los datos actualizados muestran que los países ricos, que representan apenas el 14 % de la población mundial, han adquirido el 53 % de todas las vacunas más prometedoras hasta ahora.

Organizaciones como Amnistía Internacional, Frontline AIDS, Global Justice Now y Oxfam, que forman parte de una alianza que reclama una vacuna universal, utilizaron los datos recopilados por la empresa de información y análisis científicos Airfinity para analizar los acuerdos realizados entre los países y las ocho mejores vacunas candidatas. Gracias a esta información comprobaron que 67 países de ingresos bajos y medios-bajos corren el riesgo de quedar rezagados a medida que los países ricos se acercan más a erradicar esta pandemia en sus zonas. Cinco de estos 67 (Kenia, Myanmar, Nigeria, Pakistán y Ucrania) han notificado casi 1,5 millones conjuntamente.

Anna Marriott, responsable de políticas de salud de Oxfam, afirma que "nadie debería quedarse sin una vacuna que salva vidas por culpa del país en el que vive o por la cantidad de dinero que tiene en el bolsillo. A menos que algo cambie dramáticamente, miles de millones de personas en todo el mundo no recibirán una vacuna segura y efectiva contra la Covid-19 en los próximos años."  

Heidi Chow, de Global Justice Now, a su vez, añade: "Todas las empresas farmacéuticas y las instituciones de investigación que trabajan en una vacuna deben compartir la ciencia, los conocimientos tecnológicos y la propiedad intelectual que subyacen a su vacuna para que se puedan producir suficientes dosis seguras y eficaces. Los Gobiernos también deben asegurarse de que la industria farmacéutica antepone la vida de las personas a sus propios beneficios".

La vacuna Pfizer/BioNTech ya ha sido aprobada en el Reino Unido y las vacunaciones comenzarán esta semana, y es probable que reciba la aprobación de otros países, incluidos los Estados Unidos, dentro de unos días. Se espera que otras dos posibles vacunas, de Moderna y Oxford en asociación con AstraZeneca, se presenten o estén en espera de aprobación reglamentaria. La vacuna rusa Sputnik ha obtenido resultados positivos y otras cuatro candidatas más están en la fase 3 de los ensayos clínicos.

Hasta ahora, todas las dosis de Moderna y el 96 % de Pfizer/BioNTech han sido adquiridas por los países ricos. En cambio, Oxford/AstraZeneca se ha comprometido a proporcionar el 64 % de sus dosis a las poblaciones de los países en desarrollo. Sin embargo, a pesar de las medidas adoptadas para ampliar la oferta, el año próximo solo podrán llegar, como máximo, al 18 % de la población mundial. Los acuerdos de Oxford/AstraZeneca también se han suscrito en su mayoría con algunos de los grandes países en desarrollo como China e India, mientras que la mayoría de los países en desarrollo no han hecho tratos y tienen que compartir el fondo común de vacunas COVAX entre ellos.

Esto demuestra que una sola empresa no puede esperar abastecer a todo el mundo, y que solo un intercambio abierto de tecnología entre los productores de vacunas puede hacerlo posible.

La People’s Vaccine Alliance hace un llamamiento a todas las empresas farmacéuticas que trabajan en las vacunas contra la Covid-19 para que compartan abiertamente su tecnología y su propiedad intelectual a través del fondo de Acceso a la Tecnología contra la Covid-19 de la OMS, a fin de que se puedan fabricar miles de millones de dosis más y se pueda disponer de vacunas seguras y eficaces para todas las personas que las necesiten. 

La Alianza también hace un llamamiento a los Gobiernos para que hagan todo lo que esté a su alcance para asegurar que las vacunas se conviertan en un bien público mundial gratuito, distribuido equitativamente y basado en las necesidades. Un primer paso sería apoyar la propuesta que esta semana presentaron Sudáfrica y la India al Consejo de la Organización Mundial del Comercio, pidiendo renunciar a los derechos de propiedad intelectual de las vacunas, pruebas y tratamientos relacionados con la Covid-19 hasta que todos los países estén protegidos.

Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, declara: "El acaparamiento de vacunas socava activamente los esfuerzos mundiales para asegurar que todo el mundo, en todas partes, puedan estar protegido contra el covid-19. Los países ricos tienen claras obligaciones en materia de derechos humanos, no solo de abstenerse de adoptar medidas que puedan perjudicar el acceso a las vacunas en otros lugares del mundo, sino también de cooperar y prestar asistencia a los países que la necesiten.  Al comprar la gran mayoría del suministro de vacunas del mundo, los países ricos incumplen sus obligaciones en materia de derechos humanos. Al comprar la gran mayoría del suministro de vacunas del mundo, los países ricos incumplen sus obligaciones en materia de derechos humanos".

Las vacunas desarrolladas por AstraZeneca/Oxford, Moderna y Pfizer/BioNTech han recibido más de 5 000 millones de dólares de financiación pública, lo que, según la Alianza, les confiere la responsabilidad de actuar en el interés público mundial.

El Dr. Mohga Kamal Yanni, de la People's Vaccine Alliance, reafirma: "Los países ricos tienen suficientes dosis para vacunar a todo el mundo casi tres veces, mientras que los países pobres no tienen ni siquiera suficientes para llegar a los y las trabajadores/as de la salud y a las personas en situación de riesgo. El sistema actual, en el que las empresas farmacéuticas utilizan fondos gubernamentales para la investigación, retienen los derechos exclusivos y mantienen su tecnología en secreto para aumentar sus beneficios, podría costar muchas vidas".

Lois Chingandu, directora de Frontline AIDS, advierte que “esta pandemia es un problema global que requiere una solución global. La economía mundial seguirá sufriendo mientras la mayor parte del mundo no tenga acceso a una vacuna.Tenemos que dejar de lado las ganancias de la industria farmacéutica durante esta pandemia sin precedentes, tanto para salvar a la humanidad como a la economía".

El impulso para una vacuna universal ya cuenta con el respaldo de supervivientes del covid, personas expertas en salud, activistas, líderes mundiales pasados y presentes, líderes religiosos y economistas (entre otros, Cyril Ramaphosa, Imran Khan, Ellen Johnson Sirleaf, Gordon Brown, Helen Clark, Mary Robinson, Joseph Stiglitz, John Nkengasong o Thomas Piketty).

El mes pasado, en los EE. UU., más de 100 líderes de alto nivel de la salud pública, organizaciones religiosas, de justicia racial y laborales, se unieron a ex miembros del Congreso, economistas y artistas para firmar una carta abierta pidiendo al Presidente electo Biden que aproveche este extraordinario momento y el poder que le confiere su nueva posición para apoyar una vacuna universal.

Al mismo tiempo, en la Unión Europea, una amplia coalición de sindicatos de profesionales de la salud, organizaciones no gubernamentales, grupos de activistas, asociaciones estudiantiles y expertos en salud lanzó la Iniciativa Ciudadana Europea para una vacuna universal. La Iniciativa permitiría a las y los ciudadanos europeos presentar propuestas legislativas si logran recoger un millón de firmas. 
 

Notas para editores

Todas las cifras se basan en el hecho de que se requieren 2 dosis, aparte de la vacuna de Johnson & Johnson, que es una vacuna de una sola dosis.

La Peoples' Vaccine Alliance es una coalición de organizaciones y activistas mundiales y nacionales unidos bajo el objetivo común de hacer campaña por una "vacuna universal". El llamamiento por una vacuna universal está respaldado por líderes mundiales pasados y presentes, personas expertas en salud, líderes religiosos y economistas. Para más información, visiten: https://peoplesvaccine.org

Las cifras se han calculado analizando los datos de Airfinity para noviembre de 2020. La estadística "9 de cada 10 personas que no reciben vacunas en 67 países" se basa en el hecho de que 30 países de ingresos bajos y 37 países de ingresos medios-bajos actualmente solo tendrán acceso a cualquier vacuna a través del Compromiso de Mercado Avanzado (CMA) de COVAX. Entre estos 67 países no se incluyen los países de ingresos medios como el Brasil, Indonesia y Vietnam, que también han suscrito sus propios acuerdos bilaterales. Hasta la fecha, el CMC COVAX ha logrado obtener 700 millones de dosis de las principales vacunas candidatas para distribuirlas entre los 92 países que se han inscrito.  Esta cifra se alcanzó dividiendo 700 millones de dosis entre la población de los 92 países (3 600 millones), y luego dividiéndola por dos, ya que las vacunas aseguradas por COVAX AMC requieren dos dosis para vacunar a cada individuo. Los detalles del COVAX AMC se pueden encontrar aquí (en inglés y francés): https://www.gavi.org/news/media-room/92-low-middle-income-economies-eligible-access-covid-19-vaccines-gavi-covax-amc

Los 67 países son: Afganistán, Angola, Argelia, Benín, Bután, Burundi, Burkina Faso, Cabo Verde, Camboya, Camerún, Chad, Comoras, República Centroafricana, Costa de Marfil, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Suazilandia, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Haití, Kenia, Kiribati, República Democrática del Congo, República Popular Democrática de Corea, República Kirguisa, Laos, Lesoto, Liberia, Madagascar, Malaui, Mali, Mauritania, Micronesia, Moldavia, Mongolia, Mozambique, Myanmar, Níger, Nigeria, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra Leona, Islas Salomón, Somalia, Sudán del Sur, Sri Lanka, Sudán, Siria, Tayikistán, Tanzania, Timor Oriental, Togo, Túnez, Uganda, Ucrania, Vanuatu, Cisjordania y Franja de Gaza, Yemen, Zambia y Zimbabue.

Los cálculos de la proporción de dosis para los países ricos y pobres se basaron en el análisis de los datos sobre los acuerdos de suministro reunidos por Airfinity. Examinamos las candidatas a vacunas (en la fase tres de los ensayos) que han suscrito importantes acuerdos de suministro con países de todo el mundo, cotejándolas con las fuentes originales. Actualmente hay ocho de este tipo: Astra Zeneca/Oxford, Novovax, Johnson & Johnson, Sanofi/GSK, Pfizer/BioNTech, Gamaleya/Sputnik, Moderna y Sinovac. 
 

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