El contexto volátil del país no permite vislumbrar una paz cercana.
La población civil en Chad sigue sufriendo altos niveles de bandidaje y peligro, alerta la organización humanitaria Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España) en motivo del traspaso de la fuerza europea EUFOR a Naciones Unidas el próximo 15 de marzo.A pesar de que la presencia de tropas europeas ha permitido que algunos civiles se sientan más seguros, la persistente situación de inseguridad no ha mejorado de forma significativa. Oxfam Internacional ha declarado que el actual proceso de paz y democratización del país se encuentra en un punto muerto, lo que pone en peligro a miles de personas. MINURCAT II, la fuerza de Naciones Unidas que toma el relevo, tendrá los mismos defectos que su predecesor si no consigue abordar la problemática de forma mucho más comprensiva. "El vandalismo es una realidad diaria para miles de civiles y los delitos todavía permanecen inmunes. Las tropas de Naciones Unidas deberán mantenerse firmes y actuar contra estas violaciones. MINURCAT debería poder ayudar a la mejora de la seguridad en la zona enfocando sus esfuerzos en la extensa propagación de saqueos y delincuencia", explica Pauline Ballaman, Responsable del Programa de Emergencia de Oxfam Internacional en el Chad. Según la organización, la violencia sexual y el reclutamiento de niños soldado por parte de los grupos armados continúa siendo una amenaza. Recientemente, se denunciaron enfrentamientos interétnicos en la zona nordeste del Chad, que provocaron diversos heridos y nuevos desplazamientos de familias. Las mujeres no se atreven a salir de los campos para ir a cultivar las tierras ni a recoger leña por miedo a ser atacadas. Las organizaciones humanitarias se han convertido en objetivo deliberado de estos ataques. Algunas de ellas tuvieron que suspender temporalmente sus actividades, dejando a la población sin ayuda, a raíz de diversas agresiones a su personal y centros de operaciones. Desde el pasado mes de noviembre, las organizaciones humanitarias han sido atacadas unas 25 veces por mes y desde el inicio del 2009, más de 10 trabajadores humanitarios han sido víctimas de la violencia. "La prioridad máxima de la nueva fuerza de Naciones Unidas debe ser abordar el alto nivel de inseguridad del país. La gente en el Chad todavía vive bajo el miedo y la desprotección. Las mujeres son atacadas y violadas mientras buscan alimentos para sus familias y los trabajadores humanitarios cada vez más son el objetivo de los agresores", explica Ballaman. La comunidad internacional y, especialmente, la Unión Europea deben poner todos sus esfuerzos también en conseguir un acuerdo de paz inclusivo. "La sociedad civil, los grupos armados y los líderes tradicionales y religiosos deben dialogar para encontrar un solución a las raíces del conflicto. Sin un acuerdo de paz inclusivo, no habrá paz duradera en el Chad", dice Ballaman.Por otro lado, Oxfam Internacional alerta que la reciente decisión de revocación de licencia a 13 ONG's internacionales en el Norte de Sudán podría incrementar el número de refugiados sudaneses que buscarían protección y ayuda en el este del Chad. Actualmente, el este del Chad acoge a más de 250,000 refugiados sudaneses, 180,000 desplazados internos y cerca de 70,000 refugiados de la República Centroafricana. La organización está preocupada por la capacidad del país para absorber más refugiados en el actual contexto de inestabilidad e inseguridad.Más información: Oxfam Internacional y la crisis de Chad