"Estamos ganando muchas batallas al virus del Ébola, pero las camas, los paneles informativos y unos enterramientos más seguros no son suficientes para poner fin a esta crisis. Las prioridades deben cambiar. Para lograr que no haya ni un solo caso de ébola es necesario trabajar junto a las organizaciones y las personas que las comunidades conocen y en las que confían y, así, poder cambiar aquellas conductas que les ponen en riesgo. Los Gobiernos, Naciones Unidas y las ONG deben ponerse manos a la obra y hacer un mayor esfuerzo para trabajar en y con las comunidades. Ellas son la clave del éxito".
"Aunque este informe muestra que vamos por el buen camino, debemos analizar qué ha funcionado y qué no. Se debe realizar una evaluación operativa externa, clave para garantizar que todos extraemos lecciones de cara al futuro".