Puesto que en las últimas horas de negociación en la Cumbre del Clima desapareció la esperanza de llegar a un acuerdo legalmente vinculante, Robert Bailey, portavoz de Oxfam Internacional ha afirmado:
“Es vergonzoso que después de dos años de sangre, sudor y lágrimas, no hayamos terminado la maratón a tiempo.”
“Los líderes del mundo han tenido una oportunidad real aquí en Copenhague de alcanzar un acuerdo justo, ambicioso y vinculante, que es el que el mundo necesita. Sin embargo mientras se cocinaba el acuerdo, se descartó la justicia y se descafeinó la ambición. De madrugada eliminaron toda esperanza de conseguir un acuerdo legalmente vinculante.”
“Es demasiado tarde para salvar la Cumbre, pero no es demasiado tarde para salvar al planeta y a las personas. No tenemos otra alternativa. Sólo podemos seguir adelante hacia un acuerdo legalmente vinculante en el 2010. Este debe ser un movimiento rápido, firme y ambicioso, no el status quo de siempre.”
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Notas para editores
A pesar del bombo publicitario de la Cumbre de Copenhague, ha fracasado en su objetivo de llegar a un acuerdo climático. Un grupo de países pobres se alejaron de la propuesta débil hecha por los EEUU, Sudáfrica, India y la China. En la fría luz del sábado por la mañana todo lo que queda es un acuerdo superficial. Se ha pedido a los países que lo ratifiquen. Esto no garantiza acción, como máximo destinaría una pequeña cantidad del dinero que los países pobres necesitan para combatir el cambio climático, y simplemente resume las metas voluntarias de reducción de emisiones que los países ricos ya habían presentado.
A pesar del bombo publicitario de la Cumbre de Copenhague, ha fracasado en su objetivo de llegar a un acuerdo climático. Un grupo de países pobres se alejaron de la propuesta débil hecha por los EEUU, Sudáfrica, India y la China. En la fría luz del sábado por la mañana todo lo que queda es un acuerdo superficial. Se ha pedido a los países que lo ratifiquen. Esto no garantiza acción, como máximo destinaría una pequeña cantidad del dinero que los países pobres necesitan para combatir el cambio climático, y simplemente resume las metas voluntarias de reducción de emisiones que los países ricos ya habían presentado.