El anuncio de la ONU declarando hambruna en partes de Somalia debe servir como llamada de emergencia

Que la ONU haya declarado oficialmente que existe hambre en algunas partes de Somalia (la primera vez en la región de este siglo XXI) debe servir como llamada de emergencia para el resto del mundo.

La crisis ha ido en aumento durante varios meses, pero la respuesta de los donantes internacionales y gobiernos regionales ha sido mayoritariamente lenta, inadecuada e indiferente, y aún faltan 800 millones de dólares para conseguir toda la ayuda humanitaria necesaria.

El mundo ha fallado estrepitosamente a la hora de actuar de manera colectiva. Unas 3.500 personas huyen de Somalia cada día, llegando a partes de Etiopía y Kenia, países que se enfrentan en estos momentos a uno de los años más secos de las últimas seis décadas. Hay una necesidad desesperada por conseguir alimentos, agua y ayuda de emergencia. Una vez que la ONU declara de manera oficial que se trata de hambre ya se puede intuir con certeza que ya se han perdido una gran cantidad de vidas. Ahora tenemos que asegurarnos de que la ayuda llega rápidamente para impedir que las gentes sigan muriendo en masa.

La ayuda de emergencia es crucial ahora mismo, pero también necesitamos saber por qué ha sucedido esto y cómo podemos asegurarnos de que no vuelva a suceder jamás. Las señales de alarma han estado ahí durante meses y el mundo ha reaccionado de manera demasiado lenta. Se necesita una inmensa cantidad de inversiones a largo plazo dedicadas a la producción alimentaria y el desarrollo básico, para ayudar a las personas a enfrentarse a la falta de ayudas y garantizar que esta es la última vez que pasan hambre en la región.

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