La Unión Europea está poniendo en serio peligro un acuerdo mundial sobre el clima y ello amenaza la vida de millones de personas pobres en todo el mundo, según indicaba hoy la agencia de desarrollo Oxfam Internacional, día en que se reunían los ministros de medioambiente de la Unión para tratar extensamente la postura de Europa con posterioridad al año 2012 dentro de un acuerdo mundial.Los ministros de medioambiente de la Unión no estuvieron a la altura de sus repetidas promesas de luchar contra los efectos del cambio climático. De hecho, se invitó a los países pobres a recortar sus emisiones pero sin ayudarles a hacer frente a los efectos de la crisis mediante financiación o a desarrollar otras formas de producción reduciendo las emisiones de carbono.En sintonía con la propuesta de la Comisión Europea del mes de enero, la Unión Europea establecerá los puntos principales de su posición dentro de un acuerdo mundial sobre el clima en Copenhague, postura que será trasladada a la cumbre de jefes de estado que tendrá lugar en Bruselas el 19 y 20 de marzo. Se supone que en esta cumbre, la aportación de financiación a los países en vías de desarrollo para ayudarles a paliar los efectos del cambio climático, será una de las cuestiones principales. Pero los estados miembros están utilizando la crisis económica como excusa para diluir los ya reducidos planes de financiamiento de la Comisión Europea. Los ministros de medioambiente han reconocido hoy que hay grandes costes implícitos, pero no han llegado a un acuerdo sobre la forma de recaudar el dinero en el plano mundial, ni sobre los compromisos que tendrá que asumir la Unión Europea.Las vidas y medios de vida de millones de personas pobres se encuentran en jaque mientras empeoran los efectos del cambio climático que han producido los países ricos. Oxfam calcula que serían necesarios al menos 40 000 millones de euros al año para ayudar a los países pobres a adaptarse a los efectos del cambio climático, y que la contribución de la Unión Europea debería ser de por lo menos 12 000 millones de euros. Esto no es más que una pequeña parte si lo comparamos con los 3,3 trillones de dólares asignados por la Unión Europea y los Estados Unidos para sacar a flote a las instituciones económicas en el año 2008.Katia Maia, directora de campaña y oficinas de incidencia política de Oxfam Internacional en Brasil, afirmaba que “los últimos hallazgos científicos demuestran que la crisis producida por el cambio climático es más apremiante que nunca, aunque la Unión Europea está poniendo trabas para encararla. Europa es un de los mayores contaminadores del mundo, pero no hace ni el más mínimo esfuerzo para ayudar a los países pobres a lidiar con los efectos de una crisis que han contribuido a crear”. “Es necesario que la Unión Europea realice su aportación económica ahora. Jugar con las vidas de las personas como si fueran una baratija en las negociaciones sobre el clima, es inmoral y erróneo como conductor de su estrategia de negociación”.Elise Ford, directora de la oficina de Oxfam Internacional en la Unión Europea puntualizaba que “ahora, tanto los ministros de economía de la unión, como de los jefes de estado, tienen la oportunidad de rectificar sus errores en las reuniones de este mes. Tienen que apoyar nuevos mecanismos de financiación, y que éstos sean el hilo conductor de la postura que adopte Europa en las charlas de Copenhague”.“Excusarse en que hay que esperar a que los Estados Unidos den el primer paso en la financiación para paliar los efectos del cambio climático es totalmente erróneo. Como señalaba el comisario de la Unión Europea, Stavros Dimas, si la Unión Europea no realiza una aportación económica cuantiosa, no se llegará a ningún acuerdo mundial. Y a menos que haya un verdadero compromiso por parte de la Unión, los Estados Unidos no verán presión externa que les incite a sumarse al acuerdo, como deberían hacer”.“Esperamos que Europa fije las bases de la financiación para paliar los efectos del cambio climático, y que no se quede a la cola como está haciendo”.
Jugar con las vidas de las personas como si fueran una baratija en las negociaciones sobre el clima, es inmoral
Katia Maia
Directora de campaña y oficinas de incidencia política de Oxfam Internacional en Brasil