Cientos de miles de personas pobres tendrán que apañárselas sin las medicinas que tanto necesitan y muchos más niños y niñas dejarán de ir a la escuela debido a los primeros recortes en ayuda al desarrollo que se producen desde 1997, según advertía Oxfam hoy.
La agencia de ayuda internacional respondía así ante las cifras de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos) que mostraban cómo los países ricos aportaron 133 mil millones de dólares en 2011, lo que en realidad supone un recorte de 3.400 millones. Las ayudas provenientes de partidas del PIB cayeron del 0,32% al 0,31%, lo que hace menos plausible que los países ricos cumplan su promesa de aportar un 0,7% del PIB para los más pobres.
Los mayores recortes se registraron en Grecia, España, mientras que Austria y Bélgica también aplicaron notables reducciones en sus partidas presupuestarias. Pero el panorama es más desalentador de lo que vaticinan estas cifras pues España y Canadá ya han anunciado futuros recortes, y los Países Bajos, que actualmente cumplen el objetivo del 0,7% en sus partidas de ayuda, también estudian la posibilidad de realizar recortes.
Objetivo no alcanzado
Los análisis de Oxfam muestran que con las tendencias actuales, los países donantes en conjunto no alcanzarán el 0,7% marcado como objetivo en el plazo de 50 años.
En contraposición, Noruega, Dinamarca y Luxemburgo continúan respondiendo positivamente a la petición de aportar más del 0,7% del PIB en concepto de ayuda, mientras que Reino Unido sigue comprometido a alcanzar la cifra objetivo de aquí a 2013, al tiempo que Alemania, Australia y Suecia han ampliado sus partidas de ayuda humanitaria.
Oxfam argumentaba que la capacidad que muestran algunos países a la hora de cumplir con sus compromisos y de incluso aumentar la cuantía de la ayuda responde a la voluntad política y no a la capacidad económica de los mismos. Asimismo, realizó un llamamiento para que los países ricos actúen con premura y reviertan los recortes aplicados a las ayudas que ya prometieron a los más pobres del mundo.
Jeremy Hobbs, Director general de Oxfam Internacional, afirmaba: “Este recorte es un escándalo de proporciones mundiales, y los países ricos están utilizando la crisis económica como excusa para dar la espalda a los más pobres que tanto necesitan su ayuda.
Los recortes en la ayuda internacional al desarrollo no van a sanear las cuentas, pero incluso los pequeños recortes pueden costar vidas, sobre todo cuando afectan a medicinas realmente necesarias y al aprovisionamiento de agua potable. La ayuda humanitaria supone una partida tan minúscula de los presupuestos nacionales que su desaparición de los mismos no tendría repercusión alguna en la balanza deficitaria, sería como cortarse el pelo para pesar menos.
Países como España, Países Bajos y Canadá, quienes ya están aplicando importantes recortes en sus partidas de ayuda, deben tener en cuenta el coste en vidas humanas e invertir sus decisiones.
También es necesario que los países ricos como Italia, Japón y EE.UU., quienes actualmente sólo aportan una pequeña cuantía de su PIB, hagan más por los más pobres”.
Dónde va el dinero para ayuda
Se calcula que 1.000 € (1.330 $) es una aportación de ayuda necesaria para salvar la vida de un niño o niña.
Por tanto, Oxfam calcula que los 3.400 millones de dólares del recorte serían suficientes para cubrir los tratamientos de todo un año de la mitad de los niños y niñas que han contraído el VIH.
La ayuda humanitaria también desempeña una función fundamental en la provisión de personal formado y sano, infraestructuras y respaldo a los emprendedores, algo que resulta esencial para el desarrollo económico.
Los 133 mil millones del total de la ayuda al desarrollo es una minucia si se compara con el billón de dólares que destinan los países ricos al gasto militar y con los 400 mil millones que se gastan anualmente en el mundo en cosméticos.
La falta de voluntad de los gobiernos a la hora de cumplir sus promesas de ayudar a los más pobres cae por su propio peso cuando pensamos en los 18 billones de dólares que se reunieron como fondo de rescate para el sector financiero al inicio de la crisis en 2008.
El Banco Mundial afirma que hay miles de millones de personas empujadas a una situación de extrema pobreza debido a la crisis económica.
Más fondos en tiempos difíciles
Por ese motivo, Oxfam reclama el establecimiento de un impuesto sobre las transacciones financieras con el que ayudar a los más pobres y afectados por la crisis. La Comisión Europea propuso la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras para el ámbito europeo con el que se reunirían 57 mil millones de euros al año.
Hobbs puntualizaba: “Algunos gobiernos, después de haber hecho prueba de ser capaces de reunir grandes cantidades de dinero para rescatar a la banca, son los mismos que tristemente fallan a la hora de aportar cuantías muchísimo más pequeñas para ayudar a los más pobres, con algunas notables excepciones como Dinamarca, Noruega y Reino Unido.
Los países ricos deberían cumplir con sus compromisos de ayuda y también exigir al sector financiero que enmiende la situación causada en los países más pobres. Crear un impuesto sobre las transacciones financieras brindaría una oportunidad real de conseguir fondos adicionales que se necesitan ahora más que nunca”.
Más información
Análisis de Oxfam sobre las cifras de la OECD (en inglés) (pdf, 120kb)
Notas para editores
Los análisis de Oxfam de los cambios acusados en las partidas de ayuda entre 1998 y 2011 indican que habría que esperar al año 2062 para que el conjunto de los países donantes aportara un 0,7% de su PIB en concepto de ayuda.
Aunque la ayuda destinada por la OCDE disminuyó en 2007, esto se explica por una situación deudora excepcional en la que se incurrió por la ayuda aportada a Nigeria e Irak en los años anteriores. Por tanto, la situación presente supone el primer recorte en ayuda internacional que se produce desde 1997.
Información de contacto
Jon Slater
tel +44 (0)1865 472249
mob +44 (0)7876 476403
twitter.com/jonslater74
Los análisis de Oxfam de los cambios acusados en las partidas de ayuda entre 1998 y 2011 indican que habría que esperar al año 2062 para que el conjunto de los países donantes aportara un 0,7% de su PIB en concepto de ayuda.
Aunque la ayuda destinada por la OCDE disminuyó en 2007, esto se explica por una situación deudora excepcional en la que se incurrió por la ayuda aportada a Nigeria e Irak en los años anteriores. Por tanto, la situación presente supone el primer recorte en ayuda internacional que se produce desde 1997.
Jon Slater
tel +44 (0)1865 472249
mob +44 (0)7876 476403
twitter.com/jonslater74