La ONU ha hecho público hoy en Copenhague un avance del acuerdo climático. Las propuestas no incluyen un paquete de financiación a largo plazo para ayudar a los países pobres a hacer frente al cambio climático y no garantizan la acción eficaz para frenarlo.
Los dos documentos que cubren las dos vías diferenciadas de negociación – la del Protocolo de Kyoto, que no incluye a los Estados Unidos, y la de los compromisos de largo plazo (LCA en sus siglas en ingles), que sí los incluye – reflejan el resultado de dos años de negociaciones oficiales. A no ser que los negociadores puedan mejorarlo en los dos días de trabajo que les quedan, cuando los ministros y jefes de Estado lleguen a Copenhague a partir de mañana, esto será con lo que se encuentren.
Antonio Hill, asesor para políticas de cambio climático de Oxfam Internacional, ha dicho:
“En el lugar de estas propuestas donde debería encontrarse el paquete de financiación a largo plazo, lo que hay es un enorme vacío. El pago a los países pobres de la gran cantidad de dinero que necesitan de una manera estable y predecible es el pegamento que mantendrá unidos a los países para obtener un acuerdo exitoso. Un pago puntual y no obligatorio no lo hará. La financiación climática es fundamental para que haya un verdadero acuerdo que permita actuaciones eficaces en los países pobres, y para eso se requiere una acción real de los países ricos ahora.”
“El núcleo del acuerdo propuesto hoy no da ninguna garantía de que el acuerdo en Copenhague se convierta en actuaciones eficaces. Cuando millones de personas ya están sufriendo inundaciones imprevistas y sequías devastadoras, necesitamos un nuevo acuerdo legal, no más deliberaciones ni retrasos.”
En el lugar de estas propuestas donde debería encontrarse el paquete de financiación a largo plazo, lo que hay es un enorme vacío.
Antonio Hill
Asesor para políticas de cambio climático de Oxfam Internacional