¿Cuántos años le llevaría a un trabajador promedio en Brasil para alcanzar los niveles de ingresos mensuales de un multimillonario en su país? Un ciudadano que viva solo y gane un salario mínimo (R$ 880, cerca de US$ 270 por mes) tendría que trabajar 43 años para obtener la misma renta mensual de la clase más privilegiada de la población. Si se hace el cálculo contrario, se descubre que a un multimillonario brasileño le costaría menos de una hora y media para ganar los mismos US$ 270 que una persona asalariada recibe después de 30 días de trabajo.
Estos cálculos fueron realizados con la ayuda de la Calculadora de la Desigualdad, la aplicación web desarrollada por Oxfam conjuntamente con el portal de periodismo investigativo Ojo Público, y que se lanza hoy en su versión en portugués. La herramienta permite a cualquier persona de 16 países latinoamericanos, incluyendo Brasil, comparar los ingresos de su familia con lo que ganan los multimillonarios de esos mismos países y con las demás personas pertenecientes a diferentes niveles de ingreso. La versión brasileña está en la web de Oxfam Brasil.
Con base en el estudio Privilegios que Niegan derechos, sobre la desigualdad en América Latina y el Caribe, la calculadora usa datos de los informes de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas), del Credit Suisse Global Investment Returns Yearbook, del Reporte de Ultra Riqueza, además de otras fuentes regionales y nacionales, como las tasas locales de inflación.
“La calculadora abre de par en par la realidad de esta sociedad desigual y fragmentada en la que vivimos”, ha dicho Katia Maia, directora ejecutiva de Oxfam Brasil. “Estos números nos permiten no solo comparar los ingresos de grupos en diferentes niveles de renta de la población, pero también no recuerda que la acumulación de riqueza va de la mano de la concentración de poder. Esto afecta la calidad democrática porque pervierte las instituciones y manipula los procesos políticos, poniéndolos al servicio de los intereses de una élite, no de la ciudadanía”.
Para Oxfam, la desigualdad extrema en América Latina y el Caribe sigue alcanzando niveles insoportables. En 2014, el 10% más rico de la población acumulaba el 70% del total de la riqueza de toda la región. En el mismo año, el 70% más pobre apenas llegaba a controlar el 10% de la riqueza. De acuerdo con el Reporte de Ultra Riqueza, en la región existen 14.805 multimillonarios, cada uno con una riqueza individual superior a los US$ 30 millones.
En la Calculadora de la Desigualdad, Oxfam ha calculado la rentabilidad media de la fortuna de un multimillonario de cada país para compararlo con los ingresos medios de una persona de otros niveles de renta. El resultado demuestra la concentración extrema: un multimillonario latinoamericano gana, por año, 4.846 veces lo que recibe una persona que está en el grupo del 20% más pobre de la región.
“El debate sobre la desigualdad es esencialmente político, y queremos que esta calculadora ayude a las personas a entender las terribles brechas que existen en las sociedades latinoamericanas, y que exijan a sus gobiernos medidas para repensar el modelo de desarrollo, sin perder los avances logrados en la lucha contra la pobreza. Es una necesidad inexorable en términos éticos, políticos, sociales y económicos”, añade Katia Maia.
Algunas de las medidas propuestas por Oxfam son:
- Garantizar la igualdad económica, de derechos y poder entre mujeres y hombres
- Garantizar condiciones y salarios dignos para trabajadores y trabajadoras y reducir la brecha salarial con relación a los ejecutivos
- Apostar por un modelo económico y social que supere la dependencia extractivista, diversificando la matriz productiva
- Implantar una política pública que priorice una protección social eficaz, con servicios públicos universales, de calidad, especialmente en educación y sanidad, con acceso al agua y saneamiento
- Poner fin al secuestro de la democracia y anteponer los intereses de la mayoría a los privilegios de unas élites.
- Realizar reformas para aumentar la capacidad fiscal de los Estados, de manera justa y equitativa
- Adoptar medidas progresistas con relación a los gastos públicos para combatir la desigualdad
- Acabar con la era de los paraísos fiscales.