La escasez de fondos y los impedimentos de la ONU ponen en peligro la ayuda a Pakistán

Publicado: 11th Junio 2009

 Oxfam advirtió hoy que sus esfuerzos de asistencia destinados a socorrer a más de un millón de víctimas de los enfrentamientos en el valle de Swat (Pakistán) se encuentran en riesgo por falta de fondos. Oxfam tiene déficits de £4 millones(US$6 millones). Para Oxfam, si los fondos no están disponibles a mediados de julio, tendrá que replantear la ampliación de sus programas prevista para asistir a 360.000 personas.
“Se trata de la peor crisis de financiamiento que hemos sufrido en más de una década en una emergencia humanitaria de gran envergadura. Unos 2,5 millones de personas han abandonado sus hogares. Sólo hace un mes que se inició la emergencia, y Oxfam ya tiene un déficit de £4 millones. Pronto nos veremos obligados a dar la espalda a uno de los grupos más vulnerables del mundo. En el mismo periodo, después del gran terremoto de 2005 en Pakistán, contábamos con un compromiso ascendente a £14 millones por parte de la ONU, diversos gobiernos y del público en general,” afirmó Jane Cocking, Directora Humanitaria de Oxfam.
La crisis de financiamiento no solo está afectando a las agencias. El plan humanitario de Naciones Unidas, ascendente a US$543 millones, sólo ha recaudado US$138 millones hasta el momento. Se trata de un déficit del 75 %. De las 52 organizaciones que solicitan fondos de la ONU, 30 todavía no han recibido nada.
La mayor parte de los fondos recibidos por el plan humanitario de la ONU  llegaron antes del reciente flujo de personas procedentes del valle de Swat, que elevó el número de desplazados de 500.000 a 2,5 millones a principios de mayo. Se trata del mayor desplazamiento interno de personas en la historia de Pakistán. A partir de mayo, las naciones más ricas han contribuido con sólo US$50 millones al plan, apenas el 9% de los fondos requeridos.
Estados Unidos, el país más rico del mundo, es con mucho el mayor contribuyente del fondo, con US$68 millones, el 12,5% de lo necesario desde el inicio de la crisis en octubre del 2008. La sexta nación más rica, el Reino Unido, ha entregado 1,6 % de lo requerido, mientras que Japón, la segunda economía más grande del planeta ha contribuido con el 1,4%. Asimismo, Alemania, la cuarta nación más rica, ha contribuido con el 1,3 %, en tanto que Canadá ha destinado el 1%; Australia, por su parte, ha entregado el 0,8 %, Noruega el 0,4 %, Italia el 0,3 %, los Países Bajos el 0,3%, Suecia el 0,2 % y Francia el 0,02 %.
Oxfam ha indicado que, además de la escasa cantidad de fondos que ha recibido el plan humanitario de la ONU, el problema consiste en que muchos de los fondos de dicho plan todavía no han llegado a las ONG’s que trabajan directamente con los necesitados. En una crisis humanitaria, es de capital importancia que la ayuda llegue rápidamente a quienes la necesitan. Anteriormente, los gobiernos hacían llegar fondos de ayuda de forma directa a las ONG’s que trabajaban en primera línea, pero ahora, cuando los gobiernos dan recursos, estos suelen ir a la ONU, quien luego los pone a disposición de las organizaciones. Si bien es un sistema que puede mejorar la coordinación y reducir los esfuerzos redundantes, normalmente es mucho más lento.  El sistema de financiamiento de Naciones Unidas debe complementarse con otros mecanismos que pongan rápidamente esos recursos a disposición de quienes están directamente involucrados en la tarea de salvar vidas.
A cinco semanas del inicio del periodo de recrudecimiento de la crisis, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido ha anunciado que en adelante financiará directamente a aquellas ONG’S de primera línea que participen del plan humanitario de Naciones Unidas. Si bien este cambio es acogido con entusiasmo, será necesario que otros donantes se vuelvan igual de flexibles para poder cubrir el déficit de £26 millones existente.
“Con las lluvias del monzón, que empiezan en julio, aumentarán los riesgos a la salud provocados por la contaminación de las fuentes de agua y la degradación de los servicios de saneamiento. Justo cuando se hace más acuciante nuestra intervención, ante la amenaza de la malaria, las infecciones respiratorias y la diarrea, las ONG’s nos veremos obligadas a cerrar programas.
“La única razón por la que no se ha producido un mayor desastre humanitario ha sido por la generosidad de las familias y comunidades que han alojado a los desplazados. Sin embargo, con tantas bocas que alimentar, estas comunidades se quedarán pronto sin recursos. Las naciones más ricas del mundo deben hacer mayores esfuerzos para facilitar la ayuda que tanto se necesita,” afirmó Jane Cocking.
 

Se trata de la peor crisis de financiamiento que hemos sufrido en más de una década en una emergencia humanitaria de gran envergadura
Jane Cocking
Directora Humanitaria, Oxfam