Jeremy Hobbs, Director Ejecutivo de Oxfam Internacional, declaró:
"Oxfam se complace ante el anuncio de la empresa británica New Forests Company (NFC) de que investigará el desalojo de más de 20.000 ciudadanas y ciudadanos ugandeses para abrir paso a sus plantaciones madereras. La investigación deberá llevarse a cabo de forma independiente y transparente, y sus conclusiones deberán hacerse públicas cuanto antes. Esta gente perdió sus tierras y sus hogares y no recibieron compensación alguna.
Oxfam manifiesta su inquietud ante las declaraciones de New Forests Company que aseguran que todos los desalojos fueron voluntarios y pacíficos, cuando las pruebas y el testimonio de los afectados muestran claramente lo contrario. La empresa debe reconocer que en Uganda las cosas salieron terriblemente mal y debe asumir su responsabilidad. Solo entonces podrán los hombres, las mujeres y los niños y niñas que ahora luchan por sobrevivir recibir una compensación y tierras alternativas para recomponer sus vidas.
La empresa replica que las auditorías de The Forest Stewardship Council (FSC) y de International Finance Corporation (IFC) indican que los desalojos fueron voluntarios y pacíficos. No obstante, Oxfam cree que ambos procesos se quedaron bastante cortos a la hora de cumplir con los estándares aceptados a nivel internacional y que no cubrían las plantaciones que se están investigando actualmente. Además, los informes no tienen en cuenta las experiencias de las comunidades afectadas y no fundamentan sus conclusiones con pruebas sólidas.
La investigación de Oxfam desvela que al menos 22.500 personas han perdido sus hogares y tierras en beneficio de la maderera británica. Muchos de los desalojados y desalojadas relataron a Oxfam que los expulsaron por la fuerza y se quedaron sin nada, sin suficiente comida ni dinero para mandar a sus hijos e hijas a la escuela."
Declaración de New Forests Company en respuesta al informe de Oxfam (22 de septiembre de 2011):
“New Forests Company toma las acusaciones de Oxfam muy en serio y llevará a cabo una investigación exhaustiva inmediatamente. Lo que sabemos es que los desalojos fueron legales, voluntarios y pacíficos, y nuestras observaciones de primera mano lo confirman.
Esto se corroboró en diversas ocasiones mediante auditorías meticulosas de la empresa a cargo de organizaciones internacionales reputadas como FSC (Forest Stewardship Council) y el IFC (International Finance Corporation, parte del Banco Mundial). El FSC concluyó que:
“Los agentes declararon que la de Namwasa había sido una de sus experiencias más pacíficas y exitosas en cuanto a alentar el desalojo voluntario de los ocupantes ilegales de las Reservas Forestales Centrales, y que les gustaría utilizar el modelo para áreas controvertidas en el futuro”.
La NFC manifiesta su perplejidad en cuanto a las evidencias anecdotales de Oxfam, que son totalmente contrarias a nuestros hallazgos.
La NFC también lamenta la decisión de Oxfam de publicar este informe altamente perjudicial sin haber dado a NFC la oportunidad de investigar las acusaciones.
Al atacar a la NFC, Oxfam optó por ir en contra de una empresa con un impecable historial en inversión y desarrollo comunitarios, y que en su corta existencia no solo creó más de 2000 puestos de trabajo en comunidades rurales remotas de Uganda, sino que también es responsable de incrementar el acceso a la salud, la educación, agua potable y combustible. África necesita inversiones directas responsables".
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Tricia O'Rourke, tricia.orourke@oxfaminternational.org, +44 1865 339157 or +44 7876 397915
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