Los países industrializados están saboteando las negociaciones del Cambio Climático con su actitud de dejarse llevar

La actitud de los países ricos de dejarse llevar está saboteando el acuerdo sobre cambio climático y dejando en el abandono a millones de personas en los países más pobres, ha asegurado Oxfam Internacional en el último día de las negociaciones que se están celebrando en la ciudad alemana de Bonn.Junto a más de 450 organizaciones sociales, de desarrollo y medio ambiente de todo el mundo, la agencia internacional hizo un llamado a los líderes mundiales, que se reúnen para la Cumbre del G8 que se celebra la semana que viene en Italia, para que se acerquen posturas para lograr un acuerdo en Copenhague.La maquinaria de las negociaciones está funcionando pero la falta de voluntad política de los países industrializados ha bloqueado cualquier progreso y está reduciendo la confianza de los países pobres en las negociaciones. Sólo un compromiso político ambicioso del más alto nivel puede salvar el proceso, ha afirmado Oxfam.Para Antonio Hill, asesor de políticas de Oxfam “en la lucha contra el cambio climático necesitamos a los generales en el campo de batalla. Los líderes mundiales que se reúnen en el G8 en Italia deben prometer que llegarán a Copenhague listos para prevenir una catástrofe humana”.“Los países pobres se han quedado varados. Millones de personas se enfrentan al hambre, enfermedades y desastres pero los países que han creado esta pesadilla se niegan a mover un dedo para prevenirlo –afirma Hill–. Los países pobres sufrieron otro golpe cuando Japón anunció su patético objetivo de recorte de emisiones de solo un 8 por ciento de las emisiones de 1990 para el año 2020”.En la sesión final, los países en desarrollo criticaron duramente las aportaciones que se estaban realizando en las negociaciones. Durante las dos últimas semanas, los países ricos no han sido capaces de establecer un objetivo global para reducir a medio plazo las emisiones –uno de los objetivos de la cumbre- o avanzar en propuestas concretas de financiación para ayudar a los países pobres a reducir sus emisiones y adaptarse al cambio climático.“Los delegados de los países ricos se han pasado dos semanas hablando pero no han hecho nada de lo que realmente importa. Trabajar para alcanzar un acuerdo les debe de parecer una broma, pero nadie más se está riendo”, afirma Hill.A pesar de la incapacidad de los países ricos de comprometerse en Bonn, hay un gran número de propuestas sobre la mesa, algunas de las cuales podrían ayudar a lograr un acuerdo justo y adecuado.“Hay dos acuerdos en las cientos de páginas del texto negociador. El primero aseguraría nuestro futuro, el segundo nos llevaría al desastre. Los líderes mundiales necesitan acercar posturas para asegurar que el acuerdo correcto se alcance en Copenhague”.