Siete organizaciones humanitarias han advertido hoy en un informe de que la comunidad internacional debe alcanzar un nuevo acuerdo para ayudar a los refugiados sirios si realmente quiere hacer frente a la crisis humanitariamás grave desde la Segunda Guerra Mundial.
Sin una solución al conflicto a la vista y sin posibilidades de que la población refugiada pueda volver a sus casas de forma segura, las organizaciones advierten deque este nuevo acuerdo debe establecer más inversiones para los países vecinos a Siria, que acogen a más de 4 millones de refugiados, así como ponerfin a las restricciones que impiden a los refugiados trabajar o, en algunos casos, vivir de forma legal en dichos países. Al mismo tiempo, el acuerdo debe proteger y reforzar el derecho a buscar asilo.
"Las diversas restricciones están condenando a muchos refugiados a vivir en un limbo legal, con miedo a ser arrestados, detenidos o deportados", señala el secretario general del Consejo Noruego para Refugiados, Jan Egeland. "Las condiciones en las que viven se están deteriorando de forma dramática, obligando a muchas personas a tomar medidas extremas para salir adelante e, incluso, a regresar a las zonas de conflicto de las que huyeron o aarriesgar sus vidas tratando de cruzar a Europa. Debemos ayudar a los países de acogida a dar a los refugiados la oportunidad de vivir con dignidad y hacer una contribución positiva a las comunidades que los acogen".
Las organizaciones humanitarias subrayan que se necesita un nuevo enfoque a largo plazo, más creativo. Con la ayuda adecuada de los donantes internacionales, los Gobiernos de los países vecinos a Siria pueden desarrollar políticas que faciliten a los refugiados mantenerse económicamente sin correr el riesgo de que las autoridades los arresten. Esto también permitiría a los refugiados contribuir a la economía de las comunidades que los acogen.
Incapaces de pagar el alquiler o comprar alimentos y dependientes de una ayuda cada vez más escasa, los refugiados sirios se ven sumidos en una espiral de deudas y miseria.Cerca del 70% de la población refugiada en el Líbano carece de los documentos necesarios para permanecer de forma legal en el país. En Jordania, muchos de los refugiados que viven fuera de los campamentos tienen dificultades para acceder a servicios médicos y educativos también porque carecen de documentos renovados.
"Los refugiados llevan ya más de cuatro años viviendo al día, dependiendo de la ayuda humanitaria y sin saber de dónde obtendrán la próxima comida", señala la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima. "Muchas de las personas que conocemos, carpinteros con experiencia, agricultores, profesores..., tienen problemas para reunir dinero suficiente para pagar el alquiler.Se deberían aprovechar sus habilidades y permitirles encontrar la forma de mantener a sus familias y así, a la vez, contribuir a las economías de los países que los acogen. Acceder a nuevos empleos también podría beneficiar a los millones de habitantes de Jordania, Líbano, Turquía e Irak que también están sufriendo las consecuencias de esta crisis".
"Corremos el riesgo de perder a toda una generación de sirios y sirias; la misma generación que tendrá que reconstruir Siria una vez acabe el conflicto. Mientras muchos adultos se ven incapaces de encontrar la forma de ganarse la vida, cada vez más son más los niños y niñas que acaban viéndose obligados a trabajar. Cientos de miles de niños y niñas se están perdiendo años de escuela porque los sistemas educativos de los países vecinos están saturados y necesitan más apoyo ", señala Misty Buswell, directora regional de Incidencia Política de Save the Children.
"La comunidad internacional debe darse cuenta de que la forma negativa en la que se retrata a la población refugiada impide ver que, según muestran las evidencias, más que una carga, los refugiados son todo lo contrario. Aquellos que consiguen trabajar de forma legal pueden hacer una contribución positiva a las economías de acogida con sus diferentes habilidades y experiencia", afirma Peter Klanso, director para Oriente Próximo y Norte de África del Consejo Danés para Refugiados.
Pero, incluso con las políticas e inversiones adecuadas, la escala de la crisis obligará a los refugiados en situación de mayor vulnerabilidad a pedir asilo en países fuera de la región. Los países ricos deben proporcionar opciones para el reasentamiento seguro de al menos un 10% de la población refugiada más vulnerable. Sin embargo, hasta el momento tan solo se han comprometido a acoger a menos de un 3% y el tiempo de espera sigue siendo demasiado largo.
Organizaciones signatarias:
1. Care
2. Consejo Danés para Refugiados
3. International Rescue Committee
4. Consejo Noruego para Refugiados
5. Oxfam
6. Save the Children
7. World Vision International
Notas para editores
Descargar el informe completo en inglés "Right to a Future".
Líbano acoge a más de un millón de refugiados (el 30% de su población), entre ellos casi 500.000 niños y niñas en edad escolar. El país cerró sus fronteras para evitar la entrada de nuevos refugiados en enero de 2015. Aquellas personas que quieren obtener el permiso de residencia legal deben firmar un documento en el que se comprometen a no trabajar, o encontrar a un ciudadano o ciudadana libanés que se haga cargo de ellos.Cientos de miles de personas se ven ante la decisión de renunciar a trabajar o vivir de forma ilegal con todos los riesgos que esto conlleva.
En Jordania, más del 83% de los más de 630.000 refugiados sirios vive en ciudades y pueblos, fuera de los campamentos de refugiados. El 58% de los refugiados sirios que vive en comunidades de acogida ha dejado los campamentos sin pasar por los sistemas establecidos y tiene problemas para acceder a servicios y ayuda humanitaria o a la hora de registrar nacimientos, defunciones o licencias de matrimonio al permanecer registrados en los campamentos. El 99% de los refugiados que consiguen encontrar trabajo lo hace en sectores informales con, normalmente, salarios extremadamente bajos.
En Turquía, que acoge a cerca de dos millones de refugiados sirios, la población de algunos pueblos y ciudades se ha duplicado. La población refugiada puede acceder a servicios en los lugares a los que llegan, pero no pueden trasladarse a zonas urbanas (donde hay más empleos disponibles) a menos de que se trate por motivos médicos o reunificación familiar. Cerca de 600.000 refugiados sirios siguen sin registrarse y, oficialmente, no pueden hacer uso de la mayoría de los servicios públicos. Muchos no pueden trabajar de forma legal y acaban en los sectores informales, frecuentemente en condiciones de explotación.
En la región kurda de Irak, los refugiados que viven en los campamentos pueden obtener permisos de residencia que les permiten trabajar y acceder a servicios. Sin embargo, obtener estos permisos fuera de los campos es difícil. Fuera de esta región, los refugiados que viven en campamentos no pueden trabajar.
En Egipto hay casi 130.000 refugiados sirios registrados, pero el Gobierno estima que el número podría ser el doble. Solo una pequeña parte de la población refugiada ha conseguido obtener permisos de trabajo debido a que los procesos de obtención son largos y caros, y las cuotas limitan el número de ciudadanos extranjeros que pueden acceder al mercado laboral.
Información de contacto
Para concertar entrevistas, por favor, póngase en contacto con:
Karl Schembri, asesor regional para medios de comunicación del Consejo Noruego para Refugiados, karl.schembri@nrc.no, +962 7902 20159
Joelle Bassoul, asesora para medios de comunicación de Oxfam sobre la respuesta en Siria, jbassoul@oxfam.org.uk, +961 71525218
Alun McDonald, responsable regional de medios de comunicación de Save the Children, alun.mcdonald@savethechildren.org, +962 791 799 287
Descargar el informe completo en inglés "Right to a Future".
Líbano acoge a más de un millón de refugiados (el 30% de su población), entre ellos casi 500.000 niños y niñas en edad escolar. El país cerró sus fronteras para evitar la entrada de nuevos refugiados en enero de 2015. Aquellas personas que quieren obtener el permiso de residencia legal deben firmar un documento en el que se comprometen a no trabajar, o encontrar a un ciudadano o ciudadana libanés que se haga cargo de ellos.Cientos de miles de personas se ven ante la decisión de renunciar a trabajar o vivir de forma ilegal con todos los riesgos que esto conlleva.
En Jordania, más del 83% de los más de 630.000 refugiados sirios vive en ciudades y pueblos, fuera de los campamentos de refugiados. El 58% de los refugiados sirios que vive en comunidades de acogida ha dejado los campamentos sin pasar por los sistemas establecidos y tiene problemas para acceder a servicios y ayuda humanitaria o a la hora de registrar nacimientos, defunciones o licencias de matrimonio al permanecer registrados en los campamentos. El 99% de los refugiados que consiguen encontrar trabajo lo hace en sectores informales con, normalmente, salarios extremadamente bajos.
En Turquía, que acoge a cerca de dos millones de refugiados sirios, la población de algunos pueblos y ciudades se ha duplicado. La población refugiada puede acceder a servicios en los lugares a los que llegan, pero no pueden trasladarse a zonas urbanas (donde hay más empleos disponibles) a menos de que se trate por motivos médicos o reunificación familiar. Cerca de 600.000 refugiados sirios siguen sin registrarse y, oficialmente, no pueden hacer uso de la mayoría de los servicios públicos. Muchos no pueden trabajar de forma legal y acaban en los sectores informales, frecuentemente en condiciones de explotación.
En la región kurda de Irak, los refugiados que viven en los campamentos pueden obtener permisos de residencia que les permiten trabajar y acceder a servicios. Sin embargo, obtener estos permisos fuera de los campos es difícil. Fuera de esta región, los refugiados que viven en campamentos no pueden trabajar.
En Egipto hay casi 130.000 refugiados sirios registrados, pero el Gobierno estima que el número podría ser el doble. Solo una pequeña parte de la población refugiada ha conseguido obtener permisos de trabajo debido a que los procesos de obtención son largos y caros, y las cuotas limitan el número de ciudadanos extranjeros que pueden acceder al mercado laboral.
Para concertar entrevistas, por favor, póngase en contacto con:
Karl Schembri, asesor regional para medios de comunicación del Consejo Noruego para Refugiados, karl.schembri@nrc.no, +962 7902 20159
Joelle Bassoul, asesora para medios de comunicación de Oxfam sobre la respuesta en Siria, jbassoul@oxfam.org.uk, +961 71525218
Alun McDonald, responsable regional de medios de comunicación de Save the Children, alun.mcdonald@savethechildren.org, +962 791 799 287