Oxfam acelera nuevos cambios estratégicos en sus operaciones globales

La organización pretende maximizar su impacto, trasladar el poder al Sur y adaptarse al impacto financiero del coronavirus

Oxfam ha anunciado en el día de hoy su intención de adelantar la reorganización de sus operaciones globales al mismo tiempo que implementa su nuevo marco estratégico y se va adaptando al constante impacto financiero de la pandemia del coronavirus.

La organización internacional dio comienzo a su revisión estratégica decenal a finales de 2018. Su objetivo era lograr una presencia global más diversa y adaptada a un mundo que cambia rápidamente. Estos cambios permitirán a Oxfam mejorar su eficacia a la hora de trabajar con sus organizaciones socias y las comunidades para luchar contra la pobreza y la desigualdad globales, así como ayudar a las personas a sobrevivir a las crisis humanitarias. Oxfam trasladará más poder de decisión al Sur global y reorientará sus equipos para trabajar de manera y en cuestiones que se ajusten más a los contextos locales específicos. 

Actualmente, Oxfam opera en 66 países y trabaja con 20 afiliados. Permanecerá físicamente en 48 de ellos, y en seis analizará la posibilidad de establecer nuevos miembros afiliados independientes. Además, planea aumentar los recursos destinados a algunos de estos programas y reenfocar sus formas de trabajar de acuerdo con las necesidades específicas de la población local e irá eliminando gradualmente 18 de sus oficinas de país. En total, estos cambios afectarán a cerca de 1450 de unos 5000 miembros de su personal de programas, así como a 700 de alrededor de sus 1900 organizaciones socias. Oxfam cumplirá con sus compromisos actuales para con sus organizaciones socias y donantes.

El director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, Chema Vera, ha manifestado: "Analizar desde un punto de vista estratégico dónde y cómo operamos es un primer paso fundamental para garantizar que Oxfam puede seguir contribuyendo de la mejor forma posible en la lucha contra la desigualdad para poner fin a la pobreza y la injusticia, así como facilitar el cambio de la forma más eficaz posible. Llevamos planeado estos cambios desde hace tiempo, pero ahora estamos acelerando algunas decisiones clave en vista de los efectos de la pandemia global".

"En algunos países, Oxfam contará con una mayor presencia a medida que vayamos enfocando los recursos de nuestros programas y reforzando nuestras asociaciones locales para maximizar nuestro impacto. En otros, daremos una mayor prioridad a nuestros objetivos humanitarios o de influencia". 

"No nos ha quedado más remedio que tomar algunas decisiones muy difíciles para decidir dónde dejaremos de contar con presencia física. Completar esta reorganización llevará tiempo. Nos sentimos extremadamente responsables de los países donde se cerrarán oficinas y haremos todo lo posible para garantizar que las personas con las que trabajamos sean capaces de mirar al futuro con confianza. Esto incluye seguir trabajando con las organizaciones socias y aliadas en los países que ya no contarán con oficinas de Oxfam, con el fin de apoyar los movimientos sociales e influir en los Gobiernos y el sector privado para lograr un cambio positivo". 

Como muchas ONG, instituciones y empresas, las finanzas de Oxfam se han visto seriamente afectadas por la crisis del coronavirus. En este momento, la constante incertidumbre, inclusive acerca de la propagación del virus y la velocidad a la que los países irán saliendo del confinamiento, hace difícil cuantificar las pérdidas con precisión. Muchos afiliados de Oxfam se han visto afectados por el cierre de tiendas y la cancelación de eventos para la captación de fondos. Muchos ya están reduciendo gastos a muy corto plazo a través de medidas como la congelación de la contratación, los ceses temporales de la actividad, los recortes del presupuesto para desplazamientos y las reducciones salariales voluntarias, especialmente entre el personal sénior. Algunos han empezado a reestructurar sus operaciones, lo que permitirá mejorar considerablemente la eficacia de toda la confederación.

"El coronavirus ha hecho que la labor de Oxfam de ayudar a las personas más vulnerables del planeta sea más importante que nunca, pero, al mismo tiempo, está afectando a nuestra capacidad para cumplir con nuestros compromisos. Estamos tremendamente agradecidos y agradecidas a nuestros donantes y a las personas que nos apoyan. Su continua generosidad nos ayuda a afrontar este desafío sin precedentes. También me gustaría dejar constancia del profundo agradecimiento que siento hacia nuestro equipo y el brillante trabajo que realizan para ayudar a las personas y las comunidades con las que trabajamos a mejorar sus vidas. Los cambios organizativos que hoy hemos anunciado, junto con otras fases de transformación que se llevarán a cabo en los próximos meses, sentarán las bases de nuestro futuro para la próxima década, al mismo tiempo que los efectos a largo plazo de esta devastadora pandemia se van aclarando", ha afirmado Vera.    

"Las duras decisiones que hoy anunciamos nos permitirán seguir logrando un impacto positivo en las vidas de las personas que viven en situación de pobreza de una forma que, creemos, será incluso más relevante y enfocada que antes. También es el anteproyecto de cómo iremos introduciendo cambios en el resto de nuestra red para protegerla, garantizando que la confederación global de Oxfam se encuentre en una situación financiera estable", ha declarado.

El Comité Ejecutivo de Oxfam empezará a remodelar la red de afiliados de la confederación en los próximos dos meses con el fin de garantizar los beneficios y la estabilidad financiera a largo plazo y mejorará el intercambio de servicios entre miembros afiliados para promover su nueva presencia global, racionalizar sus servicios en consecuencia, reducir todavía más los costes administrativos y reestructurar su Secretariado Internacional.