Oxfam advierte al G20 que no puede haber recuperación sin combatir la pobreza

Publicado: 10th Noviembre 2010

Los líderes mundiales tienen la oportunidad histórica de reformar la economía global para asegurar que una de cada seis personas que viven actualmente en la pobreza se benefician de la recuperación económica, afirma la agencia internacional Oxfam en la víspera de la cumbre del G20 en Seúl.

Como primer Estado no miembro del G8 que acoge como anfitrión una cumbre del G20, Corea del Sur ha puesto el desarrollo el tema central de la agenda de trabajo con el foco en impulsar el desarrollo económico de os países más pobres. Sin embargo Oxfam ve con preocupación que los avances en la reducción de la pobreza puedan ser olvidados en favor de la discusión sobre políticas monetarias o la cooperación cambiaria.

Oxfam insta a los líderes del G20 a forjar un nuevo “Consenso de Seúl” que remplace el anterior y fallido “Consenso de Washington”.
Este nuevo consenso debería combinar el necesario respaldo económico para la educación, la sanidad y a los pequeños agricultores en los países en desarrollo, asegurando que el crecimiento económico global llegue a los países más pobres.  

Una visión estrecha, centrada únicamente en el crecimiento no será suficiente para abordar los problemas de la pobreza, advierte Oxfam. Entre 1981 y 2001, cuando el Consenso de Washington estaba en su punto álgido, el crecimiento de la economía internacional fue de 19 billones de dólares, de los que tan solo un 1,5% llegó a las personas viviendo en la pobreza extrema.

“Demasiadas veces en el pasado a los pobres se les ha negado los beneficios del crecimiento económico. El G20 tiene que demostrar que esta vez será diferente”, afirma Takumo Yamada, responsable de incidencia política de Oxfam en Seúl.

“La crisis económica ha arrastrado a la pobreza extrema a millones de personas que sufren los recortes en salud, educación y protección social. El G20 tiene la oportunidad esta semana de hacer grandes progresos en la lucha contra la pobreza. Será una tragedia que las personas más pobres se convierten en meros víctimas del conflicto sobre las divisas”, añade Yamada.

El Banco Mundial estima que hay 64 millones más de personas viviendo con menos de 1 euro al día. La crisis también ha provocado un recorte fiscal de 65.000 millones de dólares en los dos últimos años a los 56 países más pobres del mundo, según un informe de Oxfam.

Oxfam insta a los líderes del G20 a adoptar un paquete de medidas específicas que ayuden a los más países más pobres:

  • Adoptar una tasa sobre las transacciones financieras internacionales que permitiría recaudar al menos 400.000 millones de dólares de los que más de la mitad irían destinados a combatir la pobreza y los efectos del cambio climático.
  • Luchar contra la evasión fiscal y la regulación de los paraísos fiscales que suponen una pérdida sangrante de recursos de los países pobres.
  • Cumplimiento de los compromisos adquiridos por los países ricos sobre los flujos de ayuda al desarrollo (AOD). La inversión en salud, educación y agricultura familiar es fundamental para garantizar el desarrollo económico.
  • Controlar la alta volatilidad de los precios de las materias primas en los mercados que hace que 1000 millones de personas pasen hambre en el mundo aún.
  • Una regulación que proteja a los más pobres de los procesos de apropiación de terrenos agrícolas en los países en desarrollo en manos de compañías extranjeras.
  • Representación efectiva y activa de los países pobres en las decisiones económicas globales que les afectan, con al menos tres sillas permanentes en el G20 junto con una readjudicación equilibrada de las cuotas del FMI.


“El G20 debería aprender de los éxitos del pasado. El crecimiento económico de Corea fue posible gracias a que los flujos de ayuda al desarrollo que recibió el país fueron destinados a sanidad y educación, así como a una reforma agraria que garantizaba un acceso justo a la población más vulnerable”, afirma Yamada.

“Los países ricos no deben utilizar la crisis económica o el enfoque de crecimiento del G20 como coartada para no cumplir con sus compromisos hacia los más vulnerables, en un momento en el que la ayuda es más necesaria que nunca”, concluye Yamada.

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Demasiadas veces en el pasado a los pobres se les ha negado los beneficios del crecimiento económico. El G20 tiene que demostrar que esta vez será diferente.
Takumo Yamada
Responsable de Incidencia Política de Oxfam

Notas para editores

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