Oxfam alerta que las intensas lluvias en Haití agravan la situación humanitaria

Después de casi 48 horas de lluvia se complican los esfuerzos para atender las zonas devastadas por el huracán Matthew que azotó Haití el pasado 4 de octubre. Damien Berrendorf, director de Oxfam en Haití, relanza su petición de más recursos para apoyar atender las necesidades crecientes en Haití.

El mal tiempo no podría haber llegado en un peor momento para las comunidades en el suroeste y noroeste de Haití. En el momento en que la respuesta de emergencia estaba empezando a alcanzar  velocidad de crucero, todo ha quedado en punto muerto ya que las condiciones meteorológicas han dejado los helicópteros en tierra, los barcos amarrados y es prácticamente imposible llegar por carretera a los terrenos más difíciles. Según las autoridades locales, varios cientos de personas tuvieron que refugiarse en una escuela cerca de Les Cayes, uno de los municipios más afectados por el huracán Matthew. Además, las lluvias están provocando deslaves de tierra y causando todavía más daños a un entorno ya de por sí muy afectado.

Damien Berrendorf, director de Oxfam en Haití dice: "Estamos a punto de llegar al límite. Un conjunto de circunstancias injustas están realmente poniendo a prueba a las comunidades resilientes de Haití. Mientras que las personas se han unido para mantener cierta sensación de normalidad, esta lluvia viene de la nada para ahogar cualquier expectativa para simplemente seguir adelante".

Wasley Desmorne, que ha estado implicado en la respuesta de Oxfam ante el huracán Matthew, ha añadido: "Hemos estado trabajando con las autoridades locales para apoyar a las comunidades, que se han organizado en las condiciones más complicadas. Esta lluvia realmente perjudica todos los esfuerzos que se han desplegado".

El pueblo de Haití necesita la solidaridad y el apoyo de todo el mundo, ahora y con urgencia. Nadie debería tener que pasar por todo lo que ha sufrido en estas dos semanas, y menos tras las dificultades sufridas durante las últimas décadas. Las cifras oficiales de la oficina para la coordinación de asuntos humanitarios muestran que hay 175.000 personas desplazadas que viven en 307 refugios temporales, 806.000 personas en nivel extremo de inseguridad alimentaria y 1.421 casos posibles de cólera.