Oxfam condena enérgicamente el brutal asesinato de la líder indígena y ambiental hondureña, Berta Cáceres en su hogar. Lamentamos profundamente la pérdida de una mujer tan inspiradora; madre, esposa, activista y defensora de los Derechos Humanos. Instamos a las autoridades a actuar con rapidez y llevar ante la justicia a los responsables de su asesinato.
Como miembro del grupo indígena lenca, Berta fue cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) para luchar por sus derechos. Ella lideró la oposición pacífica a la construcción de una presa que habría destruido las tierras agrícolas de las comunidades locales y limitado su acceso al agua potable. Por sus acciones, fue galardonada con el Premio Goldman el año pasado, el más alto reconocimiento para el activismo ambiental.
Oponerse a los intereses de los poderosos es una apuesta peligrosa. La vida de Berta y otros líderes indígenas ha estado bajo amenaza en repetidas ocasiones, pero con valor han continuado y continúan su trabajo. Las autoridades hondureñas han sido continuamente presionadas por los organismos internacionales y los gobiernos para garantizar la seguridad de los defensores de los Derechos Humanos. Hoy somos testigos del precio de su falta de acción.
Oxfam hace un llamado a todas las partes involucradas en la presa Agua Zarca, incluyendo sus inversionistas actuales, la Compañía Financiera de Desarrollo Países Bajos (FMO) y Finnfund; a hacer todo lo posible para detener la violencia y la intimidación contra activistas .
Berta no es la primera en morir luchando por el derecho de una comunidad a sus tierras, pero puede ser la última. Oxfam es sólo una de cientos de organizaciones que exigen a los gobiernos en todo el mundo actuar ahora para garantizar estos derechos. Hoy vemos que hay vidas verdaderamente en juego.