La reunión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), que termina hoy en Roma, ha servido para que los países miembros de la ONU comiencen a encontrar un terreno común sobre algunos algunos de los más importantes y profundos problemas que contribuyen al hambre en el mundo.
La ONG Oxfam dijo que el CSA -que hasta ahora ha sufrido el escepticismo y las disputas de algunos de sus miembros- ha hecho superado esta situación para acordar un plan común que haga frente al hambre mundial. "Las organizaciones de la sociedad civil han jugado un papel más importante para ayudar al CSA a transformarse de espacio de tertulia a espacio de trabajo", dijo el portavoz de Oxfam, Chris Leather.
"Este es un motivo de esperanza para el Día Mundial de la Alimentación. Sin embargo, el CSA aún necesita participación de más alto nivel –incluidas instituciones como el Banco Mundial y el sector privado- de modo que pueda dirigir mejores políticas y una acción coordinada para resolver el hambre en el mundo. Hemos visto un buen comienzo, pero es sólo un comienzo".
La ONG destacó la apropiación de tierras y la volatilidad del precio de los alimentos como dos de los problemas globales más críticos que pondrían a prueba al CSA, para ver si puede generar cambios realmente significativo. Se ha progresado en estas dos cuestiones, pero también se necesita una voluntad política más decidida para hacerles frente adecuadamente, con acuerdos vinculantes.
Los gobiernos han trabajado de manera constructiva en la lucha contra la volatilidad de los precios de los alimentos. "Reconocieron que la especulación excesiva es un problema y que es necesario abordar el impacto que pueden tener sobre la seguridad alimentaria las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático”, añadió Leather. “El CSA también tomó una importante decisión al pedir al Panel de Alto Nivel de expertos independientes que hagan recomendaciones con base científica sobre las que tomar sus decisiones políticas del próximo año."
El CSA acordó actuar con mayor rapidez para garantizar que las leyes de la tierra protejan los intereses de las personas más pobres en contra del creciente fenómeno de la apropiación de la tierra que está transformando el paisaje agrícola. "Es alentador que los gobiernos al parecer están haciendo responsables de este tema. Sin embargo, a Oxfam le preocupa que las personas pobres sigan en riesgo y tengan más necesidades que antes”.
Oxfam muestra su satisfacción por las intervenciones realizadas por los países ricos como Reino Unido, Estados Unidos, y Australia que anteriormente hasta ahora habían manifestado escepticismo sobre el CSA, sugiriendo que sumen su impulso al que la Unión Europea y Brasil han venido dando al CSA con el fin de encontrar soluciones globales a problemas globales. La participación constructiva de países en desarrollo como Camerún y Tanzania ha sido importante para asegurar que esta reunión también refleje los puntos de vista de los países más afectados por el hambre.
"Gracias a la reformas llevadas a cabo el año pasado, los gobiernos acordaron que el CSA debería transformarse en la autoridad política internacional más importante sobre seguridad alimentaria. El progreso de estos días es sólo el primer paso", dijo Leather. "La pregunta sigue siendo si los países tienen las políticas adecuadas para implementar las medidas una vez que éstas sean acordadas. Deberían mostrar resultados a tiempo para el próximo plenario del CSA en Octubre del próximo año".
Notas para editores
Gabriele Carchella: +39 320 477 78 95 gabriele.carchella@oxfamitalia.org
Magali Rubino: + 33 6 30 46 66 04 mrubino@oxfamfrance.org
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