R.D. del Congo: se teme por la seguridad de los civiles

El enviado de asistencia humanitaria de la ONU debería insistir en la protección de los civiles como la principal prioridad en las operaciones militares

Una coalición de 100 organizaciones humanitarias y de derechos humanos ha hecho un llamamiento hoy a John Holmes, el Secretario General Adjunto para Asuntos Humanitarios de la ONU, para que insista en que la protección de los civiles sea la máxima prioridad de la operación militar conjunta de Congo y Ruanda en el este de la República Democrática del Congo. Se espera la llegada de Holmes a Goma, la capital de Kivu del Norte, para el 7 de febrero de 2009. En una carta pública enviada a Holmes, la Coalición por la Defensa del Congo dio la alarma ya que, a fecha de hoy, la operación militar conjunta ha contribuido al traslado de miles de personas de sus hogares en anticipación a la violencia, sumándolos a los 1,2 millones de desplazados de anteriores oleadas de enfrentamientos. La coalición también alzó la voz contra los asesinatos en represalia y el uso de civiles como escudos humanos por parte de los rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), así como violaciones y saqueos desde todos los bandos. “Los civiles congoleños siempre son víctimas durante las operaciones militares y sus miedos ante los asesinatos, violaciones o saqueos son muy reales”, confiesa Juliette Prodhan, de Oxfam. “Las fuerzas de Congo y Ruanda, así como los cascos azules de la ONU, deberían hacer todo lo posible por proteger a los civiles durante las operaciones conjuntas y evitar que vuelvan a convertirse en víctimas”. El 20 de enero de 2009, los gobiernos de Congo y de Ruanda comenzaron una operación conjunta contra el FDLR, un grupo armado con base en el este de Congo, cuyos líderes están en busca y captura por crímenes de genocidio. Si bien solo se han producido una serie de enfrentamientos, se cree que estos se intensificarán y se recrudecerán con el correr de los días y las semanas. La coalición advirtió acerca de la posibilidad de que los civiles congoleños volviesen a sufrir actos de crueldad inimaginable en el territorio de Haut-Uele, en el noreste del Congo, como los acaecidos tras la operación conjunta entre Congo y Uganda para desarmar al Ejército de Resistencia del Señor (LRA), un grupo rebelde ugandés establecido en Congo. Los rebeldes masacraron a más de 700 personas en menos de un mes. Se habían establecido unas medidas de protección mínimas para proteger a la población en riesgo y para detener la matanza. La misión de paz de la ONU en Congo, MONUC, tiene el objetivo prioritario de proteger a los civiles, pero este hecho ha quedado fuera de la planificación militar en ambas operaciones conjuntas, tanto para Kivus como para Haut-Uele. También se espera la llegada de un refuerzo de 3000 soldados, autorizada hace unos tres meses. En esta misiva, la Coalición por la Defensa del Congo urgía a Holmes a insistir en que el papel principal de la misión de paz debía ser proteger y ayudar a los civiles y que la misión contase con los recursos necesarios, tal como lo solicitó el Consejo de Seguridad de la ONU, para poder proteger eficazmente a los civiles y asegurar el acceso de la ayuda humanitaria. La coalición también solicitó a Holmes que urja a las partes a continuar con el proceso político necesario para resolver los temas subyacentes presentes en el conflicto del Congo, tales como la explotación de los yacimientos minerales, la falta de justicia y la representación de las minorías. “Es necesario que todos los grupos armados se desarmen”, declaró Kubuya Muhangi, el presidente de CRONGD-Kivu del Norte. “La gente en el este del Congo desea desesperadamente regresar a sus hogares y poder estar allí sin miedo a tener que salir corriendo otra vez”.