El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha declarado hoy que varios países “clave” podrían liderar este año la puesta en marcha de una tasa a las transacciones financieras -o tasa Robin Hood- y, además, confía en que pronto otros países se sumen a la iniciativa. Oxfam coincide con el presidente Sarkozy en que esta propuesta supondría un cambio decisivo en la lucha contra la pobreza y el cambio climático. Ésta es ya una prioridad de la agenda política y sus detractores tendrán que asumir que es la mejor alternativa para hacer lo que es correcto” .
"Según Sarkozy, 2011 es el año decisivo en el que el G20 debe asumir su gran potencial para cambiar las malas prácticas y políticas que han conducido a la crisis global, a la incertidumbre de los pequeños productores y a incrementar el hambre en el mundo, así como a los actuales disturbios por el precio de los alimentos”.
“Es positiva la decisión de Sarkozy de hacer que el G-20 trabaje para combatir la volatilidad de los precios de las materias primas alimentarias y energéticas. Pero no hay que olvidar que la crisis global de los alimentos va mucho más lejos que un intento por estabilizar los precios. Hay otras causas profundas a las que se enfrentan los más pobres y millones de pequeños agricultores. El G-20 debe abordar cambios drásticos y actuar de inmediato”.
“Las grandes empresas piden siempre un escenario político sin riesgos. Sarkozy ha insistido hoy en el compromiso del G-20 para regular los mercados y asegurar tanto el crecimiento como la estabilidad de los mismos. Oxfam cree que el G-20 puede desempeñar un papel clave en la lucha contra la pobreza y las desigualdades si quienes tienen el poder de hacerlo realidad se comprometen de forma decidida con las propuestas lanzadas por Sarkozy”.