El sector petrolero ofrece a los gobiernos un alto potencial de ingresos que podrían invertirse en la reducción de la pobreza e inequidad, pero esos ingresos primeramente deben ser recaudados. Oxfam propone recomendaciones para abordar estos desafíos y garantizar que los gobiernos recauden los impuestos que se les deben de la explotación de sus recursos petroleros finitos y no renovables.