Varios Gobiernos y grandes empresas están asumiendo objetivos para lograr cero emisiones netas de carbono como respuesta a la urgencia creada por la crisis climática. No obstante, estos objetivos corren el riesgo de depender del uso de grandes extensiones de tierra en países de renta baja para absorber carbono de la atmósfera, permitiendo a los principales emisores no tener que reducir significativamente sus propias emisiones.