En un contexto marcado por el constante aumento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y donde los devastadores efectos del cambio climático afectan en mayor medida a las zonas y las personas que menos han contribuido a él, los países ricos (los principales contaminantes) llevan tres años sin alcanzar su compromiso de movilizar 100 000 millones de dólares anuales en concepto de financiación climática destinada a países de renta media y baja.
Más de 260 millones de personas adicionales podrían verse sumidas en la pobreza extrema en 2022 como consecuencia de la COVID-19, el aumento de las desigualdades a nivel global y el incremento desorbitado de los precios de los alimentos, todo ello exacerbado por la guerra en Ucrania, según denuncia Oxfam en un informe publicado hoy.
El Fondo de Adaptación de la ONU anunció ayer que España ha entregado 45 millones de euros para necesidades a corto plazo de adaptación al cambio climático en los países en desarrollo.