La seguridad de siete millones de personas se está deteriorando rápidamente en Sudán del Sur. El Gobierno de Sudán del Sur y las partes en conflicto deben acordar inmediatamente un alto el fuego. Asimismo, la comunidad internacional debe incrementar sus esfuerzos para poner fin al conflicto y salvar vidas con una inyección masiva de fondos de ayuda de emergencia.