En un contexto marcado por el constante aumento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y donde los devastadores efectos del cambio climático afectan en mayor medida a las zonas y las personas que menos han contribuido a él, los países ricos (los principales contaminantes) llevan tres años sin alcanzar su compromiso de movilizar 100 000 millones de dólares anuales en concepto de financiación climática destinada a países de renta media y baja.