En la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Cancún, México, en diciembre de 2010, los gobiernos salvaron del colapso las negociaciones sobre el clima.
En el pasado año, todos hemos estado trabajando bajo la estela de resaca que dejó tras de sí la cumbre de Copenhague. Y mientras que se podría haber conseguido mucho más en Cancún, el resultado de estas negociaciones es una situación mucho mejor que la que había.
El acuerdo establece un Fondo Climático global que, si bien se queda corto en lo relativo a las necesidades de reducción de emisiones, acerca al mundo al acuerdo global que no se pudo lograr en la Cumbre de Copenhague el año pasado.
Los intereses particulares de los gobiernos no deben sabotear las negociaciones en Cancún ni poner en riesgo los progresos conseguidos en las últimas dos semanas, ha advertido Oxfam una noche antes de que termine la cumbre.
A medio camino de las negociaciones en la cumbre en Cancún, los negociadores tienen la oportunidad de lograr avances reales en el alcance de un fondo climático global justo y en financiamiento climático, dijo Mary Robinson, ex presidenta de Irlanda y presidenta honoraria de Oxfam.