Es necesario actuar con urgencia para evitar que otros cientos de millones de personas se conviertan en víctimas del hambre fruto de los volátiles precios de los alimentos y de la incipiente falta de energía y agua
La subida de los precios de los alimentos ha puesto de relieve una crisis alimentaria mundial que, aunque ya existía, ahora afecta a cerca de 1.000 millones de personas.