Ubicado en Panyijar (en el estado de Unity) y rodeado de un vasto pantano, Nyal era un pueblo tranquilo, conocido por sus palmeras y árboles de mango. Sin embargo, dos años de combates en las áreas circundantes han obligado a miles de personas a buscar refugio en el pueblo y en las islas que lo rodean. Muchas de las personas que se han refugiado aquí, entre ellas mujeres, niños y niñas, deben recorrer solas y a menudo largas distancias en busca de ayuda y alimentos.
Desde Oxfam estamos proporcionando ayuda a las personas desplazadas y a las comunidades que las acogen tanto en Nyal como en los alrededores, en el interior y en las islas. Con el apoyo de Irish Aid, hemos puesto en marcha un programa de transporte en canoa gratuito dirigido a aquellas personas que necesitan viajar a Nyal para participar en las distribuciones de alimentos o recibir tratamiento médico. Suministramos vales a las personas que necesitan transporte y les formamos para que puedan conducir canoas. A través de este mismo programa también proporcionamos ayuda a las comunidades para encontrar refugio rápidamente en caso de emergencia y ayudamos a los operadores de canoa a obtener los ingresos que necesitan para mantener a sus familias.
Conoce a algunas de las personas del programa:
Jal Banyiei – “Gracias al sistema de vales, todos recibimos ayuda”.
Con seis años de experiencia, Jal es uno de los muchos operadores de canoa que trabajan con nosotros en Nyal y una de las muchas personas desplazadas que intentan ganarse la vida con lo poco que les queda. La motivación de Jal es contribuir a construir un futuro mejor para sus hijos.
"Muchas personas viajan a Nyal con regularidad. Como yo, algunas de estas personas se vieron obligadas a desplazarse debido al conflicto. Otras vienen para poder acceder a servicios disponibles aquí, como los hospitales, los mercados, las distribuciones de alimentos y la educación, entre otras cosas".
"Gracias al sistema de vales, todos recibimos ayuda. Cuando hay distribuciones de alimentos, las personas utilizan las canoas para regresar a las islas con la comida que han obtenido. Si hay una emergencia médica, las personas utilizan los vales para pagar el viaje a Nyal. Si se produjera otra emergencia, estaríamos más preparados para poner al seguro a las personas. Ahora confían en nosotros porque nos conocen".
"Gracias a los ingresos regulares que obtengo con mi canoa, puedo mantener a mi familia. También puedo ahorrar dinero por si se produce otra emergencia, algo que no he podido hacer desde que empezó la crisis en 2013".
Foto: Ashley Hammer/Oxfam
Martha Nyabany - “En Nyal hay muchas operadoras de canoa. En la comunidad se nos respeta".
A Martha, madre de cinco hijos, le mueve la necesidad de servir a su comunidad. Nacida y criada en Nyal, vive a orillas del extenso pantano donde cultiva alimentos. También es una experimentada operadora de canoa. Conduce una desde hace más de 10 años, viajando de isla a isla y pescando. Cuando Oxfam publicó un anuncio solicitando operadores de canoa, Martha estaba entre las mejores.
“En Nyal hay muchas mujeres que conducen canoas. Lo llevamos haciendo desde hace muchos años y en la comunidad se nos respeta. Al principio, algunas personas tenían dudas por la fuerza que se necesita para llevar una canoa. Pero les hemos demostrado que estaban equivocadas".
"Después de que nos seleccionarán para participar en el programa de vales, aprendimos a localizar y prestar apoyo a personas en riesgo y cómo utilizar los vales. Se trata de un sistema muy sencillo que nos ha puesto en contacto con muchas personas que no conocíamos y con lugares en los que no habíamos estado".
"Este trabajo es agotador, especialmente cuando el nivel del agua está bajo. A veces llegar a un sitio requiere un enorme esfuerzo y tiempo, pero hasta ahora todas las personas a las que he transportado han tenido paciencia. A veces la canoa está sobrecargada y, a veces, algunas personas se caen al agua. Pero estos son riesgos habituales y advertimos de ellos a los clientes".
Foto: Stella Madete/Oxfam
Elizabeth Nyajoka Gai – “Las mujeres deben mantenerse firmes y encontrar la forma de sobrevivir”.
Elizabeth perdió a su marido en 2015 durante el conflicto en Nyal. Como muchas otras mujeres, se vio obligada a hacer de madre y de padre para sus hijos. Poder conseguir ingresos gracias a las canoas ha sido de gran ayuda. Ahora espera poder cultivar sus propias tierras.
"El ataque se produjo a las cuatro de la tarde en Guak. Los soldados se llevaron todo lo que teníamos: nuestras vacas, nuestras camas, nuestras sillas… Incluso las mosquiteras. Por suerte, nos habían advertido del ataque y pudimos escapar a las islas. Habíamos llevado nuestras vacas a pastar a Leer, pero nunca las volvimos a ver".
"Me alegro de poder trabajar y cuidar de mi familia. Mi marido murió el año pasado, así que soy lo único que les queda".
"Soy fuerte y he viajado a muchas islas del pantano: Payat, Meer, Nyuat... Me han llamado cuando se ha producido una emergencia y alguien necesitaba ir al hospital, y también durante las distribuciones de alimentos, cuando muchas personas necesitan ayuda para transportar la comida que han obtenido. Los vales me han permitido conocer nuevas zonas y a nuevas personas. Y estoy ganando más dinero del que ganaba antes".
Foto: Stella Madete/Oxfam
Thomas Boum – “Pudimos ayudar a personas en apuros, que no tenían cómo desplazarse para conseguir ayuda”.
Thomas, de 45 años, es un veterano. Lleva canoas desde 1991. Tras el estallido del anterior conflicto que afecto a Sudán del Sur, le robaron su ganado y se vio obligado a huir para buscar protección y salvar su vida. Entonces, ante la imposibilidad de mantener a su familia, Thomas aprendió a dirigir una canoa y continúa haciéndolo desde entonces.
"El negocio de las canoas iba bien antes de la crisis de diciembre de 2013. Me desplazaba a través de las marismas, llevando a la gente a sus casas, a visitar a sus familias o a comprar o vender algo en el mercado. Desplazarse era seguro. Tras la crisis, todo se estropeo. La seguridad se convirtió en un problema y no había dinero. La gente prefería caminar o comprar alimentos o medicinas antes que gastarse el dinero en un viaje en canoa".
"Los vales para viajar en canoa han ayudado a mucha gente en Nyal. Ahora que hay distribuciones de alimentos, podemos llevar a las personas a sus casas en lugar de que caminen con la pesada carga sus espaldas. También podemos ayudar a personas en apuros, que no tienen los medios necesarios para desplazarse para obtener ayuda. Me alegro de poder tener ingresos constantes".
"No tengo dinero suficiente para comprar vacas, pero si lo tuviera tampoco lo haría. El trabajo en el campo es inestable y no sabes cuándo estallará el próximo conflicto. Si invierto mi dinero en vacas, puede que me las roben y lo pierda todo de nuevo. La única forma de sobrevivir es trabajar, alimentar y educar a tus hijos, y esperar que llegue la paz y el futuro sea mejor".
Foto: Stella Madete/Oxfam
Cómo puedes ayudar
Cada día llegan más personas a Nyal. Muchas para establecerse con familias de acogida y otras en buscan protección o para acceder a servicios básicos. Así, se unen a los 1,6 millones de personas desplazadas dentro de Sudán del Sur como consecuencia del conflicto que azota al país. El desplazamiento forzado, la falta de acceso a ayuda humanitaria y el mal funcionamiento de los mercados han dejado a casi una cuarta parte de la población sin alimentos suficientes para comer.
A pesar de los riesgos y de los problemas logísticos, Oxfam está proporcionando a familias afectadas un apoyo vital. Con tu ayuda podemos hacer mucho más.