Libano

Imm prepara café en la cocina improvisada de su tienda a las afueras de de un pueblo ubicado en el norte del valle de Beqaa, al este del Líbano, a 30 km de las fronteras sirias. Crédito: Adrian Hartrick / Oxfam

En Líbano, Oxfam ha desarrollado una estrategia para conseguir nuestra meta: proteger y empoderar a las mujeres y hombres más vulnerables para que disfruten de sus derechos básicos y puedan acceder a los servicios, pudiendo llevar así una vida más digna.

Con un largo historial de conflictos y uno de los mayores índices de desigualdad económica del mundo, el Líbano ya contaba con numerosos problemas, como las altas tasas de desempleo, la pobreza, la deficiencia de los servicios públicos y la corrupción. La crisis de Siria ha agravado la situación y las personas más pobres están sufriendo las consecuencias. 

La mayor parte de la población refugiada se encuentra en aquellas zonas que ya sufrían la peor parte de las desigualdades de los servicios públicos y del desarrollo de infraestructuras. Un 10 % de libaneses/as y un 52 % de sirios/as son extremadamente pobres.

La crisis de las personas refugiadas en el Líbano

El Líbano posee la mayor concentración de refugiados/as per capita del mundo: 1 de cada 4 personas. Desde que estalló la crisis de Siria en 2011, un gran número de personass cruzaron la frontera hacia el Líbano para huir de la violencia en Siria.

Se estima que el Líbano acoge 1,5 millones de personas refugiadas sirias (947.063 registradas en el ACNUR en enero de 2019 y muchas más no registradas), que viven en más de 1.700 comunidades en todo el país, y unas 30.000 personas refugiadas palestinas de Siria.

174.422 personas refugiadas palestinas vivían en el Líbano antes de la crisis de Siria, la mayoría de ellas en 12 campamentos formales y 42 asentamientos informales. Desde el comienzo de la crisis, los/as palestinos/as de Siria ha buscado refugio en el Líbano, lo que supone una carga adicional para los campamentos ya de por sí superpoblados que sufren de unas infraestructuras en constante deterioro, agua contaminada y condiciones inseguras.

A resident of Btedai ITS (Informal tented settlement) washes his hands with water from an Oxfam provided water tank.

Un habitante del ITS (asentamiento informal de tiendas) de Btedai se lava las manos con agua de un tanque proporcionado por Oxfam. Autoría: Adrian Hartrick/Oxfam

Oxfam en el Líbano

Oxfam trabaja en el Líbano desde 1993. Ofrecemos ayuda humanitaria a las personas vulnerables afectadas por el conflicto y promovemos el desarrollo económico, la buena gobernanza a nivel local y nacional y los derechos de las mujeres a través de la labor de nuestras organizaciones socias. Oxfam también colabora con organizaciones locales para contribuir a la protección y el empoderamiento de las mujeres y hombres más vulnerables.

En Líbano, Oxfam ha desarrollado una estrategia de 5 años para conseguir nuestra meta: proteger y empoderar a las mujeres y hombres más vulnerables del Líbano para que disfruten de sus derechos básicos y puedan acceder a los servicios, pudiendo llevar así una vida más digna en una sociedad más equitativa. La estrategia se pondrá en marcha mediante tres programas: la ayuda humanitaria, la justicia económica y la ciudadanía activa y buena gobernanza.

Hemos aumentado las actividades en respuesta a la crisis de Siria con la introducción de mejoras en agua y saneamiento y asistencia en efectivo para los/as refugiados/as y libaneses/as en situación de mayor pobreza. De esta forma, ayudamos a estas personas con problemas de protección legal y apoyamos al pequeño comercio y la creación de trabajos en el sector privado. Oxfam trabaja actualmente en el norte del Líbano, el valle de la Bekaa y en campos y asentamientos palestinos mediante los tres programas:

Su objetivo es empoderar a las mujeres y los hombres que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad, incluidas las personas refugiadas. De esta forma satisfacen sus necesidades básicas y defienden sus derechos fundamentales ante los cambios presentes y futuros. Este programa ayuda a las organizaciones de la sociedad civil y a las estructuras locales y nacionales a ofrecer protección y servicios, centrándose en asegurar un acceso digno y sostenible al programa WaSH (Water, Sanitation and Hygiene), una de las crecientes necesidades de la población refugiada y las comunidades de acogida.

Se centra en empoderar a mujeres y hombres más vulnerables, en especial los y las jóvenes, para que puedan superar los efectos de la pobreza económica. También les facilita el acceso y control sobre los medios de vida para un descenso sostenible de la pobreza y de la dependencia de ayuda. Este programa fomenta una mayor resistencia y estabilidad social en las áreas afectadas por la crisis de las personas refugiadas, los asentamientos de tiendas (ITS) y campos de población palestina.

Su objetivo es influir en los responsables del Gobierno para que sean más responsables y eficientes. Este programa ayuda a la sociedad civil, sobre todo a los jóvenes, a influir en la toma de decisiones mediante el compromiso con autoridades del Gobierno y líderes informales. De esta forma se promueve un ambiente propicio para la participación local.